No te metas con mi retro

Parece ya tradición; los domingos me da por pensar. Pero pese a que el día gris y lluvioso invite a la reflexión, hoy la inspiración no ha llamado a mi puerta. Por suerte, gracias a que ha aparecido entre los archivos de mi PC una reflexión que hice hace unos años para la web de un amigo si no recuerdo mal, no os quedaréis sin vuestra reflexión dominguera. 

Dejar el texto tal cual no sería mi estilo, además releyendo lo que en su día escribí, me doy cuenta de como ha cambiado mi punto de vista en los últimos años. Dejaría el enlace a la web, pero ya no me acuerdo ni donde se publicó, así que lo traspasaré al blog desde el word original. El texto original es lo que encontraréis en cursiva, los comentarios son lo que habría escrito si lo hubiera hecho en la actualidad..Vamos allá:

Recuerdo cuando iba al colegio, que en clase de historia, nos dio por preguntarle al profesor que sentido tenía estudiar cosas que pasaron años atrás. Desde luego es una pregunta bastante común, más de uno se la habrá hecho alguna vez. Lo que seguramente no a todos nos dijeron es que “para entender el presente hay que estudiar el pasado”. Joder, ante semejante respuesta nadie tuvo las santas narices de contestar.

No sé hasta qué punto esto sería aplicable al mundo de los videojuegos, si es que es aplicable de alguna manera. Lo que sí sé, es que parece que hoy en día las nuevas generaciones detestan la mayoría de aquellos títulos que hoy en día los más “veteranos” del sector consideramos clásicos videojueguiles.

Por hacer un símil, es como darle a leer El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha a un integrante de esta joven generación. Por su dificultad y temática me jugaría el cuello a que el chaval cerraría el libro tras leer la conocida frase “En un lugar de la Mancha…”.

No creo que la cosa cambiase mucho si a nuestro pubertoso amiguito le diésemos un videojuego clásico. Lo más seguro es que a la mitad de la segunda pantalla estampase el mando contra la pared a la vez que escupe palabras malsonantes entre las que no podría faltar un: “¿Pero qué mierda es esta?”. He perdido la cuenta de la gente que me ha dicho eso a la cara al verme emular juegos de Mega Drive o de Super Nintendo en mi PSP.

Dudo que a día de hoy hubiese empezado un texto haciendo un paralelismo de ese estilo, lo que sin duda no ha cambiado en estos años, son esos personajes que me preguntan a que mierda estoy jugando. Antes era más condescendiente, ahora seguramente pasaría de entrar en su juego soltándole alguna frase tajante con la que dejarlo llorando en un rincón y poder seguir a lo mio. Es más, lo he hecho, supongo que por eso ya nadie me dice nada cuando me ve jugar a algo retro... con los años me he convertido en un tío bastante práctico...

Una vez me encontré con un individuo en un foro -cuyo nombre no mencionaré- que me dijo, y cito textualmente: “Para mi antes de la Play no existían las consolas, a esos cacharros en todo caso los catalogaría de juguetes”. Eso no es nada comparado con otras perlas del estilo que me he llegado a encontrar.

Di que sí campeón, supongo que a estas alturas verás a tu "plei" como un juguete. De no haber sido por esos juguetes, estarías jugando a las canicas.

La archiconocida PlayStation marcó un antes y un después, pero madre mía menudo antes; da la sensación que ese antes ni tan siquiera existió. En casa ya no decían aquello de “están jugando a la Nintendo”, en su lugar pasamos a escuchar únicamente “están jugando a la Play”.

Mi opinión al respecto no ha cambiado en absoluto, sigo pensando que la primera consola de Sony hizo un efecto humo eclipsando al resto de competidoras. De esto llevo queriendo hablar desde que empecé el blog pero siempre me da mucha pereza... un día, lo prometo.

Inevitablemente  la llegada de la tridimensionalidad al mundo consolero hizo que las dos dimensiones quedasen relegadas a un segundo plano. Sin duda la gran mayoría de gente prefiere la inmersión que ofrecen los mundos en 3D antes que las “simples” dos dimensiones. Cada vez se busca más impresionar visualmente que a nivel jugable. Y para muestra un botón: Gears of War. Lo siento mucho por los seguidores de esta saga, pero si no lo digo reviento.

Gears of War en su día sin ese apartado técnico se habría quedado en un juego de disparos en tercera persona del montón; siento ser tan rotundo pero es así. Si bien es cierto que el modo cooperativo me encantó y me lo fundí en una noche con un colega, reitero que su mayor baza es el apartado técnico y es ahí donde basa todo su potencial. Los juegos en tres dimensiones a diferencia de los bidimensionales son juegos que entran mucho antes por la vista, y como en todo negocio, lo que interesa es vender.

Véase Far Cry 2: impresionante a nivel visual, pero un juego aburrido como pocos. Nos lo vendieron como un juegazo, nos engañaron con el apartado gráfico, y luego pasó lo que pasó…

Sigo pensando parecido, sobretodo después de ver que los juegos actuales van camino de ser más que videojuegos, películas interactivas. La jugabilidad si es buena, no envejece, el apartado técnico sí, y especialmente el 3D que envejece bastante mal. Far Cry 2 sigue pareciéndome basura, Gears of War es lo que es por su apartado técnico, y ahora si queréis podéis tirarme piedras.

Los años no perdonan, tiempo al tiempo...

Lógicamente no todo el mundo piensa igual, y conozco a chavalines a los que les interesan los videojuegos retro, aunque cada vez son menos. Parece que en esta generación de duros marines hipermusculados sedientos de sangre no queda ya sitio para un buen plataformas en dos dimensiones. Y creo que no soy el único al que se le cae la baba solo de pensar en los juegos 2D que podrían salir aprovechando la omnipresente alta definición. Pero por desgracia solo una minoría compraría un producto de ese estilo.

¿Plataformas? Ah! sí, aquellos juegos donde dabas saltos que acabaron convertidos en juegos de acción con saltos automáticos, ya me acuerdo... 

¿Os imagináis un Croc con salto automático?

Al menos parece que mediante las descargas digitales intentan de alguna manera mantener vivos los videojuegos clásicos (véase Xbox Live Arcade o Consola Virtual de Wii) o también contamos con recopilatorios del estilo Capcom Classics Collection o Sega Mega Drive Collection. De todos modos, al fin y al cabo esos mismos juegos que me venden por X Microsoft Points o Wii Points, llevo emulándolos desde hace tiempo gracias al PC, al igual que los juegos de PSX que venden en PlayStation Store. Supongo que es una forma de que las nuevas generaciones tengan acceso a esos clásicos, pero realmente somos nosotros, los nostálgicos, los interesados y acabamos por comprarlos de nuevo.

Reconozco haberme partido el culo con este párrafo. Que engañado estaba... manera de mantener vivos... ahora diría manera de sacarnos los cuartos descaradamente. Aunque diga "nosotros los nostálgicos..." puedo jactarme de que nunca compré un juego clásico recauchutado al formato digital. Ya sabéis mi opinión al respecto de recopilaciones y demás, lo veo una manera de sacar el dinero aprovechando el tirón de los clásicos...

En cualquier caso, aquellos que degustamos el sabor de lo clásico, siempre podremos desempolvar lo que para algunos son “viejos cacharros” y recordar durante un rato aquellos tiempos en los que nuestra mayor preocupación era llegar a casa después del colegio y ponernos con aquella pantalla que se nos resistía desde hacía días.

Y realmente es el camino que he seguido, sigo jugando con mis viejos cacharros, y disfruto lo mismo o incluso más que cuando era pequeño y volvía del colegio.

Debo reconocerlo, este domingo la reflexión ha sido floja, pero es que los años para bien o para mal cambian la perspectiva de uno a la hora de ver las cosas. Supongo que de haber escrito hoy esta entrada hubiese sido bastante más crítico y destructivo, es más, seguramente no se parecería en nada. En fin, bendita inocencia. Feliz domingo compañeros.