Drakengard, el juego del que siempre estoy hablando y el juego al que nunca le he dedicado una entrada.
Cuando empecé el blog siempre pensé que una de mis primeras entradas trataría sobre Drakengard. Según Blogger, llevo 72 entradas, y ninguna de ellas trata sobre el susodicho juego. Pero hoy 1 de abril, ha llegado el momento de que os cuente mi (curiosa) historia con Drakengard.
Drakengard es un videojuego desarrollado por los enfermitos de Cavia y publicado por Square-Enix para Play Station 2 en el año 2003. Apaleado por la crítica y el público en general y erróneamente catalogado como JRPG, contó con una secuela que apareció en 2006 bajo el título de Drakengard 2, y con una tercera parte que se encuentra en desarrollo.
Fue precisamente, gracias a esa confusión con un JRPG, que el juego terminó en mis manos. Pero empecemos por el principio de los tiempos.
Cerca de mi casa tuve durante muchos años un Cash Converters* que visitaba religiosamente cada sábado tarde con un amigo. Un sábado de finales de julio de 2006, tal y como mandaba la tradición, fuimos de visita una vez más. Yo aquel día no vi nada destacable y en vista de que mi amigo tenía pinta de tardar, decidí salir a a la calle a fumar**.
Al cabo de un rato salió mi amigo que se dirigió hacia mi con una bolsa mientras guardaba el cambio en la cartera. No pude evitar sorprenderme, al ver que había comprado algo, aparentemente, no había nada interesante que comprar.
Cuando le pregunté qué había comprado, me dijo "Drakengard" a la vez que sacaba la caja de la bolsa para enseñármelo. No tenía ni puta de lo que había comprado, pero en la caratula ponía Square-Enix y eso a él le bastaba. Lo primero que le dije fue que se iba a llevar una decepción, que Drakengard no era lo que estaba esperando y que además tenía entendido que era un juego bastante flojo (especialista en dar ánimos como podréis comprobar). La vuelta a casa no tiene mucho que contar, y si lo tiene no me acuerdo, ni siquiera recuerdo si la hicimos andando o en bici, además, carece de importancia, lo importante viene al llegar a casa, no durante el camino de vuelta a casa.
Una vez en casa, encendimos la tele, encendimos la PS2, pusimos el juego y nos apoltronamos en el sillón. Mi amigo con cara de entusiasmo, yo con cara de indiferencia.
Empieza la partida. Un personaje con una espada en medio de un campo de batalla con una niebla omnipresente de la que iban saliendo sin parar enemigos clónicos, y cuya misión parecía ser la de rescatar a una tal Furiae que hasta donde sabíamos, además de ser su hermana era la diosa de un Sello del que se había encaprichado el Imperio (los soldaditos). Machaca avanza, machaca avanza. Mientras mi amigo machaba y avanzaba, yo iba tirando pullas del estilo "te lo dije, esto no te iba a gustar", "¿es que no se acaban nunca los enemigos?" "¿que coño tienes que hacer en este cochino juego a parte de matar peleles?"
No paré de decir una gilipollez tras otra hasta que mi amigo entró en el castillo y saltó una secuencia de vídeo. Fue en ese momento cuando me callé de golpe.
En esa escena, Caim - el protagonista -, entraba al castillo malherido por la batalla encontrándose con un dragón (hembra)*** en un estado tan deplorable como el suyo o incluso más. Todos odiamos algo, yo particularmente, odio las polillas, no me han hecho nada, pero me repugnan e impertinentan con su cuerpo peludo y su vuelo errático. Caim odiaba a los dragones desde que uno mató a sus padres (él al menos tiene un motivo, no como yo con las polillas), el dragón (hembra) odia a los humanos. Pero a pesar de este odio reciproco, ambos tenían algo en común: su odio hacia el Imperio.
Dado el fatídico estado de ambos personajes, deciden hacer un Pacto para sobrevivir, mediante el cual quedan unidos de por vida sin opción a divorcio, prometiendo salvar a Furiae y proteger el Sello.
Y del odio, nació el amor. |
Tras aquella escena mi cara pasó de la indiferencia a la curiosidad. La de mi colega pareció iluminarse un poco más, hasta que empezó la siguiente batalla. Ahí se aburrió y apagó la consola.
A mi "oye pues no está mal", su respuesta fue un "si, no está mal". Cuando una mujer te dice "haz lo que quieras", te está diciendo un "ni se te ocurra". Cuando mi colega dice "sí, no está mal", en el fondo te está diciendo "vaya puta mierda de juego". Cuando yo digo "oye pues no está mal", estoy insinuando que me lo prestes.
La semana siguiente fue el último sábado que pasé por su casa antes de que se fuera todo el mes de agosto de vacaciones. Le pregunté que tal le iba con Drakengard y me dijo que no lo había vuelto a jugar, que quería terminar antes otros juegos (cuando mi colega dice eso, es que terminará arrinconando el juego en un cajón y no volverá a jugarlo nunca más). A diferencia de él, yo no me iba de vacaciones a ningún lado. El mes de agosto me lo chuparía enterito en casa , así que le pregunté si le importaba prestármelo durante ese mes en vista de que el no lo iba a utilizar, a parte de que dejarlo mucho más tiempo en sus manos, suponía la perdida irremediable del juego por algún rincón de su casa. Aceptó sin problemas, creo que incluso le hice un favor, mi colega se esperaba un JRPG y le habían dado un hack'n slash.
Achicharrar soldaditos desde las alturas era una de las cosas más gratificantes ofrecidas por el juego. |
Realmente, no sé que fue lo que me entusiasmó tanto de Drakengard. A parte de su controvertida y retorcida historia (lo del pacto con el dragón (hembra) es la parte tierna y superficial) no tiene nada. Lo mejor es que yo de esa historia no entendí NADA la primera vez que jugué, tampoco le presté demasiada atención, aunque debo reconocer que había cosas que me dejaban con cara de pensar "¿que coño?". Al igual que el protagonista, lo único que buscaba era saciar mi sed de sangre matando a aquellos insulsos soldados del Imperio sin importarme mucho lo demás.
Hay dos tipos de fases en Drakengard, las terrestres en las que manejas a Caim y te limitas a machacar un par de botones, y las aéreas que salvando las distancias y para hacernos una idea, son algo estilo Panzer Dragoon, donde manejamos al Dragón (hembra). Realmente, a nivel jugable, las fases aéreas son lo único destacable, el sistema de combate en suelo es cutre simple y repetitivo, pero por algún motivo que desconozco, las batallas en tierra me encantaban. A pesar de los enemigos cutres que aparecían de entre la niebla, de que ni siquiera había un sistema de combos en condiciones, de que cada nivel se limitaba a lo mismo una y otra vez, de que no era ni tan siquiera un juego que te retase en algo (personalmente no me supuso ningún reto jugable) y de que el mayor aliciente que podía tener era mejorar las armas y evolucionar al Dragón (hembra), empecé a desarrollar una extraña adicción que me llevaría a enterarme de la historia, obtener los cinco finales y a conseguir todas y cada una de las armas que había. Como podéis ver, no me bastó con jugarlo y terminarlo, tuve que completarlo al 100%
Las fases aéreas |
Drakengard con permiso de las secuencias de vídeo, es cutre técnicamente. Jugablemente es mediocre y su aparentemente inocente historia se retuerce a medida que avanzas al igual que la música que termina convirtiéndose en un auténtico delirio auditivo. Para colmo los personajes (a excepción del dragón (hembra) que sería el más cuerdo) parecen sacados de un centro psiquiátrico.
Más niebla que en Silent Hill |
Jamás he recomendado Drakengard a nadie, tampoco pienso hacerlo. No eliges jugar a Drakengard, Drakengard te elige a ti. Tampoco está hecho para todo el mundo, no se trata de un juego ni bonito ni agradable, y no por violento, si no por su historia (de la que no hablaré en absoluto), porque cada uno de sus finales es aún más grotesco y desagradable que el anterior y por un buen puñado de elementos que tampoco explicaré.
El que busca un JRPG en Drakengard, acaba mandándolo a la mierda, el que busca un hack'n slash, acaba mandándolo a la mierda, el que busca Drakengard en Drakengard, termina enamorándose.
Cuando terminó el mes de agosto, le devolví el juego a mi amigo. Nunca hablé demasiado de Drakengard. A nadie le interesaba. Realmente me consideré un incomprendido marginal hasta que dí con Rokuso3 y RoyRamker, a los cuales dedico especialmente esta entrada por demostrarme que no estoy sólo y que no fui el único al que le gustó el juego y espera con ansia su tercera parte.
Os dije que los personajes no están muy bien de la azotea |
Tardé años en comprar mi propio Drakengard, y lo hice por puro amor al juego, no tenía nada más que exprimir de él, pero quería una copia. Junto con él, compré el segundo que tengo por ahí abandonado. A parte de que su extenso tutorial me cansó antes de tiempo, la primeras impresiones fueron totalmente distintas, ahora era todo más tierno, faltaba ese toque retorcido y oscuro del primero que tanto me gustó. Sé que si algún día lo juego a fondo, será únicamente para criticarlo.
Puede parecer exagerado e irracional, pero en todos los años que llevo jugando, no he vuelto a experimentar sensación similar a la que experimenté con este juego. Supongo que es por eso que le tengo tanto cariño.
Por último, y aunque sé que más de uno empezará a buscarlo para ver que coño tiene el dichoso juego, no os dejéis llevar por la curiosidad de probarlo tras leer esta entrada. Mi consejo es que os mantengáis alejados de Drakengard. Si tenéis que jugarlo, os acabará encontrando, pero no forcéis porque terminaréis por odiarlo y pensar que estoy como un cencerro (si es que no lo pensáis ya).
(*) Como dato místico-curioso, Drakengard fue el último juego que compramos en ese Cash Converters, al poco de comprarlo, cerraron la tienda por traslado.
(**) Aunque parezca irrelevante, es importante el hecho de que me diese por salir a fumar, de haberme quedado dentro, hubiese frenado las necesidades consumistas de mi amigo y hoy , además de conservar mi salud mental, no estaría escribiendo esta entrada.
(***) Lo siento, lo de dragona no me gusta.
Ya me suponía que sería una entrada más del tipo personal en vez de una review al uso, más cuando me dijiste que apenas recordabas nada del juego. Interesante igualmente ^^ (¿1 de abril? ¿Sugiere eso que Drakengard es una broma de cavia y Square Enix? XDDD)
ResponderEliminarEn mi caso, alquilé el juego al poco de que saliera y llegué hasta poco después de la escena del pacto en el castillo que tú mismo comentas; pero tuve que devolverlo y pasaron bastantes años, aunque su nombre quedó grabado en algún lugar de mi cerebro. Doy gracias de no haber completado el juego entonces, porque si yo tenía 11 años, a saber cómo de loca me hubiera quedado con según qué escenas.
Un día un amigo y yo estábamos hablando de juegos bizarros y loquísimos, y él mencionó a Drakengard como uno de sus favoritos. Ésto me sorprendió mucho (en el par de horas que jugué, me pareció bastante normal; ni si quiera era particularmente gore), así que por curiosidad me lo bajé para ver qué era lo sorprendente, y vaya si lo descubrí. Lo terminé al 100% y acabé comprándomelo posteriormente, exactamente igual que tú, sólo por el placer de tenerlo.
Es sin duda muy difícil de recomendar (sólo se lo he recomendado a una persona en mi vida; pero porque sabía que le encantaría...y así fue), pero si por una de ésas casualidades te gusta, es de ésas cosas que te marcan por todo el ambiente WTF de ése mundo tan cruel.
Contando Drakengard 3 con el mismo staff que el original, sólo espero que me vuelvan a sorprender con más locuras del mismo calibre, porque pocos juegos me han sorprendido de la misma forma en que lo hizo éste. Y me gustaría volver a ver algo así.
Realmente lo del 1 de abril lo he puesto más bien para destacar el día en que por fin supe que decir sobre Drakengard. Aunque realmente podría considerarse una sugerencia de una broma por parte de Cavia y SE XD
EliminarEs un juego que tiene de analizable lo que yo de cuerdo. He tardado mucho tiempo en encontrar la manera de hablar de Drakengard. Tan difícil es describirlo como recomendarlo. Hacer una review sobre este juego me resulta misión imposible, no sólo porque lo jugué hace años y apenas me acuerdo de nada, sino porque hacer una review al uso de algo así no hubiera transmitido lo que sentí cuando lo jugué... Lo más destacable hubiesen sido la historia y los personajes, y lo poco que recuerdo de ellos, es lo que leí hace poco en tu blog.
La escena del pacto es mítica, y por lo que veo, no soy el único que se quedó ahí antes de cogerlo en serio :P Con 11 años creo que no te habrías enterado de la misa la mitad, yo lo pillé con 17-18 y hubo cosas que no entendí hasta pasado un tiempo y que empezaron a perturbarme irremediablemente XD
En más de una ocasión he pensado en intercambiar con mi amigo nuestras copias de Drakengard por el simple fetichismo de tener la copia original a la que jugué en su día, pero a saber donde guarda el juego...
Yo aún no he encontrado nadie a quien recomendarselo, como habrás visto, hasta hace bien poco, pensé que era el único al que le gustaba el juego XD
Con Drakengard 3 sé que no será lo mismo, ya sé lo que es Drakengard, y en parte creo ir preparado para lo que se nos viene encima, aún así, lo espero con muchas ganas, tal vez no me sorprenda como lo hizo el primero, pero sin duda estoy seguro que no dejará indiferente.
Lo mejor de este análisis sin duda es el toque personal y sobre todo sincero, porque no hay que engañarse, Drakengard es un juego malo y mediocre, con gráficos malos y jugabilidad mala, y como juego estilo Dynasty Warriors es repetitivo y malo, y además, encima los cabrones nos lo vendieron con un JRPG, yo fui de los incautos que se lo compraron de salida esperando la próximo joya "errepegera" de Square Enix, menuda una me colaron xD
ResponderEliminar¿Entonces porqué nos gusta? Pues porque todo esto al final nos da igual, en mi caso, no es lo que esperaba y al principio me había decepcionado que no fuera el JRPG que me habían vendido, pero mientras lo jugaba solo podía ir pensando en un "¿pero qué coño?" y "venga ya, ¿qué será lo próximo?" y sin darme cuenta ya estaba atrapado en su extraño y misterioso mundo del que no podía, todas estas locuras y bizarradas son las que le dan personalidad y alma propia, y no, no es un juego que me atreva a recomendar a nadie porque incluso entendería que me dejasen de hablar tras hacerlo :D
Gracias Roy. Como le dije a Rokuso, no tiene sentido analizar este juego de manera convencional por el mero hecho, de que es imposible hablar bien de él. Pero aún así, a pesar de que como juego no vale nada, tiene un huequito en nuestros corazones gamers XD
EliminarEs un juego que siempre me resultó inquietante más allá de su historia. ¿Cómo narices puede gustarme tanto algo tan malo? Es realmente contradictorio, pero es así, dejé de buscarle explicación lógica hace mucho tiempo. Por eso me resulta tan único, porque sé que a pesar de que es un mal juego y no se lo recomendaría a nadie, a mí me gusta y eso ya es suficiente.
Manda narices que sea por jugar al tercero que me plantee comprar una PS3, quien iba a decir que Drakengard podía convertirse en vende consolas...
pues yo digo lo mismo. El juego no me interesa lo mas minimo, pero me ha encantado la historia personal. xd
ResponderEliminarRealmente, que el juego te interese lo más mínimo, es preocupante, que encima te pueda llegar a gustar como me pasa a mí, diría que es digno de estudio XD
EliminarFueron tantas las casualidades alrededor de este juego, que la historia era digna de contar jajajaja, me alegro que te haya gustado :)
Esta claro que te encanta machacarte los dedos,jajaja,me suena mucho las escenas del Dragón pero no recuerdo haber tenido este juego,de todas maneras enhorabuena por una entrada tan sincera.
ResponderEliminarNo lo sabes tu bien XD Aunque en este caso, era más un machaca-botón, que un machaca-botones XD Es posible que hayas visto esa escena del dragón, yo creo que es lo más famoso del juego!
EliminarGracias por la enhorabuena :D
Drakengard es de lo mejor en ps2, la historia es muy buena y la segunda parte/drakengard 2/ me encanto. Pequeño detalle el personaje principal de d2 es sobrino de caim d1. Ninguno de los dos sabe sobre el parentesco que tienen. Me muero sale el 3?
ResponderEliminarYo tengo a Drakengar 2 apartado por culpa del tutorial... un día con ganas y paciencia, prometo jugarlo del tirón.
EliminarY sí :D Drakengard 3 se anunció hace ya un tiempo y está previsto para finales de este año n_n
Me has convencido, el juego es una mierda. Y lo quiero.
ResponderEliminarYa nos dirás qué tal, pero ya te advierto que no es un juego fácil (y no hablo de jugabilidad). Mucho ojito con la "música" ;)
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