Horizon Forbidden West (PS4/PS5): primeras impresiones

Aprovechando la reciente salida de Horizon Forbidden West, y que desde su salida he podido echarle mis cerca de 15 horitas a la tan esperada secuela de Horizon Zero Dawn, he decidido recastar una vieja costumbre de los inicios de este humilde blog, y traeros unas primeras impresiones sobre lo nuevo de Guerrilla. Como digo, lo que leeréis a continuación no es más que eso, una primera impresión de lo que, a mí personalmente, me está pareciendo el juego. Las conclusiones tendrán que esperar a su respectiva entrada. Dicho esto, empecemos.

Lo primero que me gustaría aclarar es que estas primeras impresiones que hoy os traigo, se basan en la versión para PS4 del juego. Por tanto, todo lo relativo a aspectos técnicos del juego, tendrá como base dicha versión. Pero antes de meternos en temas técnicos, hablemos brevemente de su narrativa.

Horizon Forbidden West vuelve a ponernos en el pellejo Nora de Aloy, sus acontecimientos tienen lugar después de los eventos que vivimos en Zero Dawn. A diferencia del título anterior, en esta ocasión la historia, para mi gusto, empieza fuerte desde el principio. Si leísteis la entrada que en su momento dediqué a Horizon Zero Dawn -y que tenéis enlazada al inicio de esta entrada- recordaréis que uno de los puntos que destaqué para mal fue lo mucho que tardaba su historia en arrancar, algo que en esta ocasión no sucede. Y es que en lo que respecta a lo narrativo, ya desde el propio tutorial se nos empiezan a plantear interrogantes que iremos despejando a medida que avancemos. No puedo decir mucho más a nivel de historia, ni sé si estará a la altura, por encima, o por debajo de la de su precuela. Lo que sí puedo decir por los pocos acontecimientos que he visto, es que tiene papeletas para sorprender.

En lo que respecta al apartado técnico del juego, debo reconocer que estoy gratamente impresionado con el trabajado realizado. El juego gráficamente es espectacular, y aunque no está exento de fallos, como el tiempo de carga de algunas texturas que es de lo más molesto que he encontrado, hay que reconocer que el trabajo que se ha realizado para que un hardware del año 2013 mueva semejante entorno, es encomiable. Especialmente destacable las animaciones faciales de los personajes que superan con creces a las del juego original y la suavidad con la que se mueve el juego en todo momento. A este efecto, y como ya he dicho, lo más molesto que he encontrado (y tampoco es peor que en otros títulos) es la carga de las texturas en algunos momentos, por lo demás no he visto fallos gráficos graves que empañen la experiencia.

En lo sonoro, volvemos a tener un doblaje excelente, y una banda sonora acorde a su ambientación con algunas melodías muy destacables por su epicidad y que no recordaba haber escuchado en la primera entrega. 

Esta fue una de las primeras capturas que saqué, sorprendido por lo bonito que lucía todo

En lo jugable, Forbidden West sigue la estela de su antecesor. Volvemos a estar ante un mundo abierto con tal número de iconos en el mapa que puede resultar abrumador. El mundo está lleno a reventar de cosas por hacer. Y es que a todo lo que podíamos hacer en Zero Dawn como la exploración de ruinas o terrenos de caza, se le han añadido nuevos elementos que amplían las posibilidades que nos ofrece el juego. Además algunas de las cosas que ya estaban, se han refinado (como por ejemplo la exploración de las ruinas) por lo que, aunque el concepto en sí es el mismoo muy parecido, la manera de lograr ese objetivo y el camino hacia el mismo, en mi opinión, ha mejorado. Por poner un ejemplo, en las ruinas ya no nos limitaremos a escalar hasta dar con la reliquia que buscamos, si no que tendremos que resolver algún que otro pequeño puzzle (no demasiado complicado, la verdad) que le da algo más de emoción al asunto.

Lo mismo pasa con las secundarias. Las de Zero Dawn, como ya comenté, me parecieron bastante interesantes, pero es que las que he podido ver en este Forbidden West me lo están pareciendo todavía más, y me da la sensación de que consiguen difuminar aún más esa línea, de la que hablé en su momento, que separa misión principal de secundaria.

 

En cuanto al control de Aloy, sigue muy en la línea de lo que vimos en el juego anterior (algo bastante lógico), pero con mejoras y nuevas mecánicas que le dan cierta frescura al juego. No he conseguido aún ni muchas armas ni muchos artefactos nuevos, pero lo poco que he conseguido apunta maneras y son cosas que ya en su día cuando jugué a Horizon Zero Dawn me hubiera gustado tener. En general, la sensación que tengo tras aproximadamente 15 horas de juego, es que ahora es todo más dinámico que antes, especialmente en lo que respecta a los enfrentamientos contra las máquinas.

Por lo demás, poco más puedo añadir por el momento, no he visto aún demasiadas máquinas. Las pocas que he visto son las que ya vi en Zero Dawn, o si son nuevas, tienen comportamientos similares a las del primer juego (a excepción de una que me encontré que me puso contra las cuerdas). Como ya he dicho, el juego tiene mucho, muchísimo que ofrecer, y aunque 15 horas pueden parecer muchas, para alguien como yo que juega en modo contemplativo, parándose a investigarlo todo y a ir limpiando iconitos del mapa; no son prácticamente nada.

En definitiva, mis primeras impresiones son bastante favorables. Horizon Forbidden West era la secuela que esperaba, con la incorporación de ciertas mecánicas que había echado de menos en Zero Dawn, y con un apartado técnico que, en PS4, parece cosa de brujería. Habrá que ver como se desarrolla el juego a medida que vaya avanzando. Sufro un poco por la saturación que pueda suponer la gran cantidad de actividades que el juego nos ofrece, pero para ver si me he visto sobrepasado por todo ello, habrá que esperar a las impresiones finales que haga sobre el mismo.  ¿Recomendable por el momento? Eso ya depende de cada uno, de lo mucho que le gustase el primer juego y de las ganas con las que esperase esta segunda parte. En mi caso, llevaba esperándola desde que terminé Zero Dawn, por lo que estoy más que satisfecho con su adquisición.