Como marca la tradición, en cada generación comprarse un periférico que terminará acumulando polvo en el armario. En la generación de Xbox 360/PS3/Wii le tocó el turno a Kinect, en la anterior (PS2/Xbox/Game Cube/Dreamcast), al volante de Gran Turismo 3 y a los Bongos del Donkey Konga. Y así podría ir retrocediendo. La pasada generación de consolas (aunque para mi, que no he dado el salto, sigue siendo la actual) tampoco podía librarse de este mal endémico que consiste en comprar dispositivos, normalmente voluminos y de tedioso conexionado, que terminarán en el baúl de los recuerdos. El caso más reciente para mí son las gafas VR de PS4. Pero empecemos esta historia por el principio.
Después de mi traumática experiencia con Kinect, me prometí a mi mismo que no caería nuevamente en la trampa de comprar dispositivos "experimentales" con todas las papeletas de acabar en desuso. Me mentí,y es que cuando vi de oferta un pack de las gafas de realidad virtual para PS4 con, nada más y nada menos, que cinco títulos bastante suculentos entre los que figuraban algunos como Wipeout, Doom VR y Skyrim VR, no me pude resistir. Además por lo que me comentaba la gente era una experiencia muy divertida y una de las maneras más económicas de entrar en el mundo de la VR.
Ni corto ni perezoso decidí adquirir el pack dispuesto a fliparlo en colores y, seamos sinceros, lo hice. En realidad todo el mundo en mi casa lo hizo. El día que llegaron, las gafas pasaron por todos los miembros de la familia y todos quedamos fascinados ante semejante despliegue tecnológico. Lamentablemente, la emoción inicial fue decayendo a medida que iba probando títulos más complejos y descubrí que, al rato de jugar me pillaba unos mareos dignos de un mal viaje propiciado por cualquier estupefaciente ilegal.
Este era yo en mi cabeza pensando como me lo iba a gozar, ajeno a todo mareo
Estamos de acuerdo en que seguramente habrá opciones mucho mejores en cuanto a gafas de realidad virtual, pero huelga decir que son mucho más caras. A nivel técnico las PSVR no serán las más avanzadas, la resolución es mejorable, pero realmente la experiencia es impresionante. Por eso me jode tenerlas ahí criando polvo.
Este soy en la realidad (no virtual) con mis queridos mareos
Como ya he dicho anteriormente, no me pasa con todos los títulos, por ejemplo, pude terminar London Heist, que me pareció increíble, y puedo jugar sin problemas a Astrobot, pero con juegos como Doom (precisamente uno de los más me llamaban la atención) lo normal es que acabe al borde del vómito.
De lo poco a lo que he podido jugar en VR. Muy divertido, eso sí
He estado leyendo mucho al respecto, y por lo visto a fuerza de insistir te terminas acostumbrando. Aconsejan empezar por sesiones muy cortas de entre 5 y 10 minutos, y supongo que precisamente por eso están ahí criando malvas, porque montar el chiringuito para 5 o 10 minutos me da una pereza tremenda. Supongo que si en algún momento tengo algo más de tiempo libre me pondré a ello puesto que realmente es algo que quiero utilizar.
Otro de los consejos que leí fue el de empezar por juegos "estáticos". Por ejemplo Astro Robot es un juego ideal para este fin ya que al tratarse de un juego en tercera persona, no eres tú el que se "está moviendo". Y es que por lo que pude investigar, los mareos se dan porque el cerebro no es capaz de entender que te "estés moviendo" mientras estás parado. De ahí que desaconsejen empezar por juegos muy rápidos o trepidantes. Teoría que no termina de cuadrarme porque precisamente en Wipeout no me encuentro mal tras un rato jugando.
Los mejores mareos, están en VR
Resident Evil 7 en VR ¿qué podría salir mal?
Me estoy acordando ahora de un amigo que se pilló alguno que otro para la ps4 y tuvo que venderlos porque no podía aguantar ni cinco minutos. Lo intentó varias veces, pero el resultado era el mismo. Es una auténtica putada porque, como bien dices, es una experiencia única (para xvideosguarros es lo mejor XD). Yo he tenido algún escarceo con la realidad virtual pero no con este aparato precisamente y sí que noté cierta incomodidad cuando ya llevaba unos minutos. Imagino que los que somos unos cuatro ojos de mierda lo llevamos peor. Yo con el Doom clásico alguna vez estuve al borde de la arcada (y seguía jugando, como buen masoca, hasta que me saliera el desayuno de días atrás por las orejas), pero ahora es mano de santo si un día estás que no vas al baño XD.
ResponderEliminarY hablando de kinect, yo aún lo estoy usando concretamente con Halo y Skyrim en la 360. No tiene muchas funciones, pero tiene su gracia. Además se controla la consola con la voz y quedas como un profesional delante de las visitas. :D
Debe ser un mal endémico porque ya he hablado con varias personas que sufren de lo mismo. Y como tu dices, es una pena porque la verdad que la experiencia es espectacular. La primera vez que me puse el London Heist me quedé a cuadros. Creo que desde que salió Crysis en 2007 no me había logrado sorprender de semejante manera XD
EliminarMira que lo he intentado, pero no hay manera, un día me pondré en serio porque imagino que a los mareos se acostumbra uno, pero es que ya no son solo ganas de vomitar, es que me deja un mal cuerpo que me dura incluso un rato después de haber parado.
Yo el Kinect aún lo conservo y ya te digo que partido no le he sacado ninguno, a diferencia de la VR, al menos los juegos que yo probé, requerían de bastante espacio, así que cada vez que quería jugar, me tocaba poner la casa patas arriba para tener espacio. Una pena porque también había cosillas interesantes. Eso sí, el impacto que causa no es el mismo que la VR.
Como siempre, un placer leerte por aquí!