Dark Souls Remastered (PS4): primeras impresiones

No era ningún secreto que, tras terminar Demon's Souls y con la calentura todavía en el cuerpo, me iba a tirar de cabeza al ampliamente conocido Dark Souls. Realmente no sabía si era buena idea meterse dos Souls seguidos entre pecho y espalda, de hecho me habían recomendado meter algo entre uno y otro; pero como Demon's Souls me había dejado con ganas de más, me veía con fuerzas y me lo pedía el cuerpo, decidí que había que seguir los instintos y así lo hice. Es por ello, que tras haber superado Anor Londo, considero que es buen momento para dejaros por aquí mis primeras impresiones sobre el juego. 

 Antes de empezar, sé que las comparaciones son odiosas, pero a lo largo de la presente entrada, seguramente me veáis comparar a Dark Souls con Demon's Souls, no en vano, son mis dos primeros Souls, esto son unas primera impresiones totalmente personales, y creo que puede ser interesante ya no solo por exponer aquí las sensaciones que me ha trasmitido, sino por ver un poco la evolución entre un juego y otro.

Como en mi paso por Boletaria, la clase con la que he decidido empezar mis aventura por Lordran ha sido la de guerrero. Por costumbre, porque se trata de una clase que me gusta, y porque como sabéis, me gusta utilizar armas pesadas. Había otras clases que también parecían interesantes para tal efecto, como la del bandido, pero decidí mantenerme fiel a la clase que tan bien me funcionó en Demon's Souls. Debo reconocer que, como ya me pasó en el título anterior, los principios como guerrero son algo convulsos, y es que hasta que no he conseguido el dichoso anillo de Havel, no he podido equiparme del modo que he querido. Obstaculo que a estas alturas, está ya ampliamente superado al contar con un equipo que se adapta bastante a mi manera de jugar. 

Esto cambia muchas cosas :p

En cuanto al inicio del juego, este vuelve a dejarnos claro dónde nos estamos metiendo, quizá incluso más de lo que lo hacía Demon's Souls, y es que a diferencia de él, aquí si que tendremos que ventilarnos al jefe del tutorial, jefe que sin ser complicado, puede caer como un jarro de agua fría para aquellos que nunca antes han jugado a la saga.

Superado el tutorial, y una vez llegué al Santuario del Enlace del Fuego, pude darme cuenta de que habían cambiado muchas cosas con respecto a Demon's Souls, y es que si bien el Santuario del Enlace de Fuego se podría decir que me recordaba ligeramente al Nexo, no encontraremos en él archipiedra alguna con la que viajar por los distintos mundos. Tampoco tendremos que volver a él cada vez que queramos subir de nivel, pues podremos hacerlo desde las hogueras que vayamos encontrando a lo largo del juego; aunque seguirá siendo el punto en el que se reunirán todos los personajes que encontremos durante nuestra aventura.

Desde el Santuario del Enlace de Fuego hay varios caminos, es más, diría que al final la mayoría de las zonas terminan conduciendo a él, y como ya pasaba en Demon's Souls, podremos visitar muchas zonas para las que aún no estamos preparados. El problema es que, en esta ocasión, no sabremos que esa zona no toca hasta que estemos metidos de lleno en la boca del lobo. Esto al principio no me gustó demasiado, el mapa es grande, muy grande, y hay mil caminos, mil atajos y mil recovecos. Reconozco que me hizo añorar un poco la sencillez de las archipiedras de Demon's Souls, pese a que hay varias hogueras en las que poder descansar, por lo que no fue hasta llevar unas cuantas horas (y aprendemerme los caminos), que empezado a ver el encanto de que todo esté conectado de una manera tan magistral. 

Pero no ha sido ese el único cambio que me he encontrado de buenas a primeras, y es que las hierbas curativas de Demon's Souls, han sido sustituidas por los frascos Estus, algo que de un principio tampoco me gustó, más por costumbrismo que por otra cosa, principalmente porque a estas alturas del juego, considero que son mucho más prácticos, por el simple hecho de que cada vez que llegas a una hoguera se rellenan y no tienes que andar buscándolos o comprándolos como pasaba con las hierbas.

Más cositas que me han gustado y me han hecho gracia: los mensajes en el suelo del resto de jugadores. Como ya sabéis, jugué a Demon's Souls en su versión de PS3, si los servidores siguen activos, a mí por lo menos, no me funcionan, por lo que me pasé Demon's Souls en modo desconectado perdiéndome los mensajes del resto de jugadores. Pero como este Dark Souls al que estoy jugando, es la versión remasterizada y lo estoy jugando en PS4, los mensajes sí aparecen y, aunque algunos vayan a putearte más que a ayudarte, hay otros que resultan muy útiles de cara a avanzar por la aventura.

En cuanto a ambientación y personajes, mis impresiones son estupendas, aunque debo reconocer que si bien sigue siendo un mundo bastante decadente, me da la sensación de que no llega al nivel de Demon's Souls. Mantiene esa sensación de tensa calma que ya había en la anterior entrega y a la que contribuía la ausencia de música, pero tengo la impresión de que en Boletaria todo resultaba algo más deprimente. Pero bueno, esto no dejan de ser unas primeras impresiones, y al fin y al cabo, no he hecho más que terminar la parte de a Anor Londo, escenario que, por cierto, me ha parecido de una majestuosidad incomparable, y tras hacer cuatro cosillas más, me encuentro ahora mismo en los Archivos del Duque. 

Anor Londo me parece tremebundo

Por otro lado, los jefes que me he encontrado hasta el momento no es que me hayan puesto en demasiados aprietos (insisto, hasta el momento, veré qué me encuentro más adelante), siendo una vez más, y como ya me pasó en Demon's Souls el camino hacia los mismos lo que más problemas me ha venido dando. Además en Dark Souls, los niveles son bastante más grande y más cabrones, ejemplos de ellos es la dichosa Ciudad Infestada de la que acabé hasta las narices, la propia Anor Londo que tiene algún tramo un tanto tocapelotas como el de los arqueros, o las Catacumbas cuyo jefe es prácticamente una broma pero el camino hacia el mismo un suplicio. 

La campana del alivio

No puedo añadir gran cosa más por el momento. A estas alturas creo que ya puedo decir que el juego me está pareciendo sublime. Está lleno de caminos, de secreto y de maneras de morir. Vale la pena pararse a explorar cada rincón, ya no solo por las recompensas que podamos encontrar, sino por lo espectacular del diseño de muchos de sus escenarios. 

Así que para concluir ¿me está gustado Dark Souls? joder amigos, me está encantando.