Grand Theft Auto IV (Xbox 360): Impresiones finales

Harto. Esa es la palabra más adecuada para describir como me encuentro las últimas partidas jugadas al título de Rockstar. Harto  por no decir hasta los mismos cojones. Y es que a pesar de que mis primeras impresiones fueran bastante positivas, a partir de la misión 66, el tedio y la desesperación empezaron a apoderarse de mí hasta límites insospechados. Pero como viene siendo habitual, empezaremos por el principio de los tiempos. Así que, tomad asiento amiguitos, porque si bien estas impresiones finales no durarán 27 horas, 22 minutos y 17 segundos; prometen ser bastante largas.

Tal y como comenté hará un par o tres de semanas, llevaba años sin tocar un sandbox y lustros sin tocar un Grand Theft Auto. Diría que los motivos que me llevaron a comprar la cuarta entrega de la saga quedaron ya explicados en algún momento, así que no volveré a contarlos para evitar extender esto más de lo necesario. Lo cierto es que empecé el juego con bastantes ganas e ilusión. Me había pegado unas buenas vacaciones del género, y el hecho de ponerme con un GTA de nueva generación resultaba bastante goloso.

Pero antes de entrar propiamente en materia debo admitir que, más allá del sopor causado por un juego capaz de alargarse más que el famoso chicle Boomer y pese a que pueda sonar masoquista y contradictorio, el juego me ha gustado. Especialmente, a nivel argumental. Vayamos por partes, porque es tal el cebollazo que llevo después de jugarlo, que no sé ni por donde narices empezar.

A nivel técnico, no puedo decir mucho más de lo que ya dije en mis primeras impresiones. Sí, se nota el salto generacional, pero aún así, y siendo consciente de que  un mapa de esas características consume muchísimos recursos; el juego técnicamente, no sólo me parece bastante flojo, sino que arrastra muchos defectos de las anteriores entregas, tales como el renderizado de texturas y elementos cuando vamos a gran velocidad, o las ralentizaciones típicas de los momentos de destrucción máxima. Aparte de eso, tenemos el ya comentado anteriormente efecto difuminado, que resulta bastante molesto, aunque termines acostumbrándote.

Lógicamente, no todo iba a ser malo, hay que reconocer que las físicas han mejorado muchísimo, tanto por unos personajes bien animados, como por unos coches que se deforman ahora de manera más realista. Por otro lado, hay efectos realmente logrados e interesantes como por ejemplo el de la lluvia que me llamó especialmente la atención, o el hecho de que nuestros disparos tengan una cierta repercusión en los elementos del escenario.

Con Niko comparto chupa, relaciones que salen rana, y cabreos descomunales
al ver que las cosas se alargan más de lo debido.

En cuanto al apartado sonoro, la BSO, bajo mi punto de vista, ha pegado un bajón considerable respecto a entregas anteriores, y es que más allá de algún que otro tema de Iggy Pop, poca cosa más logrará hacerme recordar la banda sonora de GTA IV. Bueno, sí, San Juan Sounds, pero es un recuerdo negativo que espero poder borrar pronto de mi memoria. Por lo que respecta a efectos de sonido, cumplen con su cometido y las voces de los personajes son bastante buenas como viene siendo habitual.

Una vez dicho esto, dejemos los aperitivos, y pasemos de una vez por todas al plato principal: el apartado jugable.

Como no podía ser de otra manera, GTA IV sigue el mismo esquema visto en entregas anteriores dándonos a elegir entre varias misiones distribuidas por el mapa. Hasta ahí nada nuevo. Un total de 98 misiones, de las cuales sobran por lo menos la mitad, consistentes mayoritariamente en ir del punto A al punto B, matar al objetivo y recibir la recompensa. Cuando no es matar a alguien, es recoger una furgoneta, y cuando no es una furgoneta, es un barco o un helicóptero... He terminado la mayoría de GTA's previos a este (algunos incluso al 100%) y debo decir que las misiones de esta cuarta entrega, carecen por completo de cualquier tipo de de variedad u originalidad, es más, me atrevería a decir que incluso las de GTA III estaban más trabajadas.

Respeto y amor infinito al taxi

No quiero decir con esto que las misiones sean malas, sin duda, hay algunas realmente buenas como por ejemplo la del atraco al banco, a lo que me vengo a referir, es que en su mayoría resultan bastante monótonas, consiguiendo una sensación de "ya he pasado por esto" bastante desagradable.

Por otro lado, el mapa se me ha hecho enorme, no es tan grande como el visto en San Andreas, pero cuándo tienes que andar yendo de una punta a otra de la isla, cada dos por tres, terminas agotado optando por tirar de taxis de manera descarada. Especialmente cuando tras fallar una misión, tienes que hacerlo todo de nuevo...

Tampoco es que las misiones sean excesivamente complicadas, y es que si algo es evidente, es el bajón que ha pegado el título en cuanto a dificultad, gracias en gran medida a un acertado -todo sea dicho- sistema de cobertura. No le pongo pegas a dicho sistema principalmente, porque se trata de una evolución lógica y más que razonable, aunque eso no quita que facilite mucho las cosas en los tiroteos. Si he de ser sincero, las veces que he muerto, ha sido más por ansia y desesperación de terminar una misión que por otra cosa. A su vez, el blindaje aguanta bastante más que en entregas anteriores, y eso queráis que no, se nota.

Otro aspecto evidente de que estamos frente a una de las entregas más asequibles de la saga, es la policía. Como podréis ver en las estadísticas, me han trincado UNA sola vez durante toda la partida.  Y es que darle esquinazo a la policía no resulta excesivamente difícil incluso con niveles de búsqueda altos.

De todas las maneras, no se puede decir que el juego invite a precisamente al caos, es más, juro solemnemente que lo único que he matado a propósito fuera de una misión a lo largo de toda la partida, ha sido una paloma que vi de casualidad. Ni atropellos, ni exploxiones, ni nada que se le parezca. Tampoco se puede decir que las armas inviten a ello; todas muy básicas y sin gracia más allá un lanzacohetes que no puede llevar más de 8 misiles (¿cómo pretenden que siembre el caos con tan poca munición?) y de los cócteles molotov. El juego consta de seis categorías distintas de armas: pistolas, escopetas, subfusil, fusil, francotirador y explosivos. Cada categoría cuenta con dos tipos de arma; aparte, tendríamos el lanzacohetes , aunque se podría incluir en la categoría explosivos.

Como se puede apreciar, ni lanzallamas, ni katanas, ni motosierras, ni dildos, ni miniguns; ni nada que te haga decir "¡Quiero sembrar el caos con esto!" Nada. Supongo que esto, unido al hecho de que resulta bastante más complicado que antes hacer explotar los coches, debe ser el principal motivo por el que me he dedicado exclusivamente a la historia.

Ya que hablamos de coches, decir que, como ya  dije en las primeras impresiones, resultan "raros" de manejar durante las primeras horas hasta que te acostumbras. Aunque la verdad sea dicha, llegado ese momento, lo más probable es que estés abusando de taxis...

En cuanto a vehículos en general, nada destacable. Las motos de siempre (escasas por cierto), los coches de siempre y los helicópteros y lanchas habituales en la saga. Olvidaros de quads, bicis, avionetas o jetcpacks, porque no los hay (tampoco lo he echado en falta la verdad).

Cambiando un poco de tercio, si por algo se ha salvado de mi hoguera particular, sin duda alguna, ha sido por el argumento. Y es que, así como hay muchos aspectos en los que queda por debajo de las entregas anteriores, hay que reconocer que en esta ocasión, los chicos de Rockstar han puesto algo más de mimo en la historia, dando como resultado un argumento bastante interesante, con algún que otro giro sorprendente, y con unos personajes ligeramente más trabajados que los de entregas anteriores. Lamentablemente, el haber alargado el juego más de lo necesario, lo único que consigue es que el argumento pierda bastante fuelle durante las últimas misiones y no te acuerdes siquiera de para quien narices estás trabajando.

Mención especial en este sentido a las distintas decisiones que podremos tomar durante la historia y que harán que ésta varíe ligeramente según la opción escogida. Huelga decir, que ninguna es demasiado importante, y que la única que variará el final del juego, es la última que tomemos.

Para ir terminando, se han incluido una serie de novedades bastante interesantes, como el uso del teléfono móvil del cual acabé hasta los huevos o del correo electrónico, asi como los vínculos que podemos establecer con el resto de personajes secundarios.

Debo reconocer que Brucie es un gilipollas bastante simpático

En definitiva, la conclusión que saco tras jugar a GTA IV es que, sin ser del todo un mal juego, supone un paso atrás respecto a un San Andreas donde casi todo era posible (tampoco es que sea algo que a mí personalmente me preocupe, SA se me quedó demasiado grande). Pese a todo, y más allá de haberlo terminado más por orgullo y cabezonería que por otra cosa, debo reconocer que tiene  momentos muy buenos, un protagonista como Nico, que sin llegar al nivel de Tommy Vercetti, resulta bastante carimático y una serie de personajes realmente interesantes (junto a otros que si no maté por puro placer, fue porque eso habría supuesto alargar la experiencia todavía más). Me abstengo de recomendarlo a no ser que seas fan incondicional de la saga, te guste el género, y asumas que hacer el cafre ha perdido bastante la gracia.

Por último, decir que tenía pensado comprar Episodes from Liberty City una vez lo terminase, pero he acabado con semejante empacho, que no quiero tocar un GTA hasta pasada una buena temporada.