Balance 2021,propósitos, deseos y... feliz 2022

Queridos amiguitos del videojueguismo. Como viene siendo habitual, (aunque los últimos seis años lo único habitual por estos lares ha sido mi ausencia), toca despedir un año y darle la bienvenida a otro. Un año más, un año menos, que más dará. En el día de hoy le damos carpetazo a 2021, y como tal; toca hacer balance, hablar de propósitos y demás historias varias ¡Empecemos!

Esta imagen ya es tradición por estos lares

Este 2021, fue el año de retomar el blog. Tarea que comencé en 2020, que dejé parada durante unos meses y retomé a principios de este años que hoy se nos va, siendo justo ahí cuando empecé a dar la matraca de manera semanal. Debo ser sincero. No esperaba ser capaz de aportar contenido semana a semana, pero al final he llegado hasta el día de hoy, y puedo decir que aún me quedan entradas en el fondo de armario para cuando vengan las vacas flacas. Llevar un blog (si es que a lo que yo hago se le puede dar esa calificación) y tratar de aportar contenido semana a semana (no digo contenido de calidad porque aquí la calidad siempre ha sido dudosa) no siempre es fácil. Hay días que te levantas muy inspirado, fluyen las palabras y vas escribiendo entradas a pijo sacado, y otros días en los que no sabes ni como escribir tu propio nombre. Por tanto, en ese aspecto, se podría decir que el balance es positivo. No sé cuánto durará esto, pero tampoco es algo que ahora me agobie. En lo que estoy centrado ahora mismo es en disfrutar del proceso, y mientras éste me siga divirtiendo, en la medida de lo posible, trataré de aportar un post semanal a este mi humilde rincón.

Haciendo balance del contenido que he ido publicando, está claro que ha sido un año marcado por Resident Evil. Como sabréis los que ya me conocéis y me habéis aguantado las sandeces que me da por escribir, llevo todo el año rejugando a la saga y hablando de ello por aquí. No obstante, y para no caer en la monotonía, siempre he intentado darle variedad al asunto y hablar de otras cosas que he ido jugando. También ha caído algún que otro post de opinión, alguna (escasa) reflexión, y algún recopilatorio de noticias. Lejos quedan ya aquellos domingos de reflexión que tanto gustaban en su día, lo mismo con los posts de opinión que, pese a ser los más visitados y con más interacción, suelen ser siempre los que más me cuesta elaborar. Normalmente, o son cosas muy trilladas, o simplemente paso de polémicas, ya no tengo edad para ciertas cosas, y he de reconocer que he perdido un poco la pasión por hacer leña del árbol caído. La industria del videojuego está como está, y nada de lo que vaya a decir un capullo desde un blog llamado DNSTUFF hará que cambie, aunque mi derecho a pataleta siempre estará ahí. 

Tranquilos que este 2022 seguiré dando la murga con Resident Evil

Por contra, y para compensar esa ausencia, este año ha estado marcado también por los tutoriales, las reparaciones y alguna que otra guía. Cosas que en su día jamás se me hubiera ocurrido hacer y que he disfrutado muchísimo haciendo. No son entradas que generen ni muchas visitas ni mucha interacción, pero considero que pueden resultar útiles para alguien que caiga por aquí, y como digo siempre, con que ayuden a una sola persona ya habrá valido la pena el esfuerzo.

Ya que hablo de interacciones, me gustaría hacer mención especial a mis fieles lectores por el interés mostrado en todo lo que he ido publicando. Tanto a los viejos del lugar, como a aquellos que descubristeis el blog en este año del resurgimiento (que habéis sido muchos). Me sorprende bastante porque cuando lo retomé en 2020 esto parecía un desierto, y poco a poco empezó a aparecer gente interesada en el contenido animándome -para que negarlo- a seguir subiendo un post semanal. En ese aspecto, el balance ha sido sobresaliente. Tampoco puedo quejarme de las visitas que, si bien experimentaron una época de locura con hasta 13.000 visualizaciones durante algunos meses, parecen mantenerse en unos valores más realistas y muy similares a los que tenía en su día cuando estaba la máquina a pleno rendimiento.

Pasando al plano videojueguil, tampoco me puedo quejar de este 2021. A lo largo de este año he comprando más de lo que puedo almacenar, he jugado bastante -aunque no tanto como en 2020 por motivos obvios) para el tiempo del que dispongo, y he podido terminar un buen número de títulos de los que ya os dejaré un recopilatorio en los próximos días. Aunque ya os digo que este 2021, será recordado para siempre con el año de Panzer Dragoon Saga. Realmente, a nivel videojueguil, ha sido un año de cumplir sueños; y un año en el que he conseguido muchos títulos que llevaba años buscando.

No he tenido la misma suerte con las consolas. Como bien sabréis, muchas de ellas me han estado dando quebraderos de cabeza. Primero fue Game Cube con sus condensadores, después mis Game Gear y su viaje a Bielorrusia, y más recientemene mi PSP con su chirrido del infierno. Balance negativo en lo que a hardware se refiere. Espero que este 2022 mis máquinas se comporten mejor. Por suerte todas ellas han podido ser reparadas y de momento parecen funcionar.Así que en ese aspecto, voy a verlo como algo positivo, porque en parte me han dado la oportunidad de cacharrear y aprender cosas nuevas que no hubiera aprendido de otra manera.

Ya que hablamos de consolas, también recordaré este 2021 por ser el año en que, por fin, me compré una PS3 y una copia de Drakengard 3 (que me compré antes incluso de tener la consola). Ya lo advertí en 2013, algún día tendré una PS3 y una copia de Drakengard 3, y aunque he tardado casi ocho años, Suso cumple con su palabra aunque le perjudique. 

Iba a poner una imagen de PS3 pero esta imagen de Zero salpicada de sangre es mucho más erótico festiva

Doy pie a los propósitos y lo hago precisamente con la compra de PS3, y es que uno de mis propósitos para este 2022, es ponerme a tope con ella e ir descubriendo el catálogo que en su momento me perdí. De momento ya cuento con algún que otro título que he ido pillando gracias a la segunda mano, pero tengo mucho curro por delante. Me hubiera puesto antes, pero tenía que hacerle hueco en el mueble, de aquí que lo haya dejado como propósito para 2022.

Aunque sin duda, mi mayor propósito para el 2022 (a nivel bloguistico y videojueguil), es el de poder seguir aportando contenido al blog de manera semanal como he ido haciendo hasta ahora sin convertirlo en una obligación. Porque de verdad os digo que si de algo me puedo enorgullecer a lo largo de este 2021, es que en ningún momento he subido nada porque había que cumplir. He disfrutado mucho del proceso, y espero que esto siga siendo así a lo largo del año que entra. También me he marcado como propósito ponerme con la saga Dark Souls, pero eso ya seguramente lo deje para pasado febrero. 

Creo que no sé dónde me meto

También se me ha pasado por la cabeza la descabellada idea de hacerme con una Nintendo 64. No sé en qué momento se me ocurrió, pero hace meses que de vez en cuando se me aparece en sueños una Nintendo 64 y me lo he planteado como proyecto para 2022. Veremos en qué queda todo. Lo primordial es llegar vivo al año nuevo, luego ya decidiré qué hago.  

Pocos propósitos más puedo poner, ya dejé de fumar hace ocho años -aunque sigo vapeando, eso sí, cada vez menos y más por vicio que por necesidad-, al gimnasio hace años que voy, e inglés ya sé, así que no puedo poner aquí la retaila de propósitos prefabricados que se hace todo el mundo el 1 de enero y abandona el 15.

Pasando ya a las cosas que le pido a 2022, uno de mis deseos para este año que entra, es comprar tantos juegos o más que en 2021. Alguno se llevará las manos a la cabeza, me llamará consumista de mierda apelando al consumo responsable y demás historias, pero si puedo comprarme los mismos o más juegos que el año anterior, es que la vida me sigue yendo más o menos como debería, es decir, ni bien ni mal sino todo lo contrario. Para el que no lo haya pillado, esto no era más de una manera de decir "Diosito que me quede como estoy". Y lo mismo espero para vosotros, que estáis leyéndome. Que tengais un año lleno de salud, dinero y buenos momentos.

Al 2022 también le quiero pedir tiempo, pedir más es muy osado, así que me conformaré con pedirle que me deje al menos con el que tengo y que me permite ser más o menos constante en lo que hago, e incluso algún respiro de vez en cuando.Y poco más le voy a pedir, porque ya sabéis que ante el vicio de pedir está la virtud de no dar, y tampoco es plan de abusar.

No tengo mucho más que aportar, 2021 no es que haya sido un gran año. Si lo comparamos con 2020 si que se podría decir que ha sido un poco mejor, pero casi se podría decir que ha sido como un DLC del año de la puta pandemia. No creo que las cosas vayan a cambiar mucho de cara a 2022 (ante todo positividad), pero os deseo a todos los que me leéis habitualmente (y a los que no también, que en el fondo soy buena gente) que tengáis un año lleno de grandes y buenas experiencias. Dicho esto ¡feliz 2022 amiguitos del videojueguismo! nos leemos el próximo año.

Feliz año nuevo, amiguitos del videojueguismo