No volví a acordarme del juego hasta el año siguiente cuando me compré una PS4, pero al ver que estaba únicamente en formato digital lo fui dejando pasar, hasta que este año me volví a acordar de él, y descubrí que había una edición en formato físico. Ni corto ni perezoso, decidí hacerme con una copia, y vivir en primera persona lo que ofrecía el aclamado título de Ninja Theory.
Hellblade es un título que se inspira en la mitología nórdica y la cultura celta, poniéndonos en la piel de Senua una guerrera picta con psicosis empeñada en rescatar el alma de su amante muerto de la diosa Hela. Y hasta aquí puedo (o más bien quiero) leer. Aunque a estas alturas seguramente ya hayáis leído bastante sobre el título, creo que es una experiencia a la que merece la pena llegar lo más virgen posible. En mi caso, apenas había visto un par de tráilers y leído un par de artículos, por lo que todo me pilló de nuevo, y si bien esperaba una propuesta original, desde luego no la esperaba tan intensa y angustiante.
Estamos ante un juego corto, pero como ya he comentado, muy intenso. Durante las aproximadamente ocho horas que tardé en terminarlo, tuve sentimientos enfrentados. Y es que en la mayoría de momentos no quería seguir avanzando porque a cada paso que daba se volvía más perturbador, pero por otro lado no podía parar guiado por el ansia de saber qué pasaba.
Hellblade mezcla de una manera muy interesante géneros como el hack'n slash, los puzzles y algo de terror, pero sin profundizar en ninguno de ellos. A diferencia de lo que podamos estar acostumbrados, aquí no encontraremos objetos, ni estadísticas, ni puntos de mejora ni nuevas armas, solo locura. Estamos ante un juego totalmente lineal en el que avanzaremos a base de ir resolviendo los retos que nos van planteando. Y aunque apenas dure unas 8 horas, no es un factor que, desde mi punto de vista, se le pueda echar en cara. Más que definirlo como un juego corto, prefiero decir que tiene la duración justa y necesaria. Y es que por originales que puedan ser, me cuesta imaginar estar repitiendo las mismas mecánicas durante 20 o 30 horas.
Hellblade presenta un sistema de combate simple pero efectivo. Un botón para cubrirnos, otro para esquivar, ataque ligero, pesado y cuerpo a cuerpo. No hay grandes combos ni combinaciones imposibles, pero para mi gusto está muy bien resuelto y da como resultad unos combates cruentos y muy contundentes a nivel visual. Tampoco presenta gran variedad de enemigos, apenas cinco tipos de enemigos distintos, pera para cada una de ellos deberemos emplear una táctica u otra. Mención especial eso sí a los jefes finales tanto a nivel de diseño como de mecánicas me parecieron realmente interesantes. Pero además de combatir como buena guerrera, si queremos avanzar en nuestro periplo, tendremos que enfrentarnos a otro de los retos que nos plantea el juego: los puzzles. Olvidaos de recoger llaves o buscar palancas, los puzzles de Hellblade están integrados en el entorno y juegan principalmente con las perspectivas. Si bien hacia el final del juego resultan muy sencillos de resolver, en los primeros compases del juego son capaces de hacerte dudar hasta de tu propia existencia al verlo todo desde los ojos de un alguien que padece psicosis.
Pero por si el no saber si lo que estás viendo es real o no fuera poco, durante nuestra aventura nos acompañarán las Furias, unas voces que suenan dentro de la cabeza de Senua y que tan pronto te alagan por tu buen hacer, como te juzgan por tus errores. Y es que posiblemente sea en el apartado sonoro donde más mimo han puesto los desarrolladores. Os aseguro que jugar Hellblade con unos buenos auriculares es una experiencia tan increible como angustiante. No exagero si os digo que en algún momento me sorprendí a mí mismo diciéndole a las Furias que se callasen.
Para ponerle la guinda a tan suculento pastel, tenemos un apartado visual, que casi cuatro años después de su salida, sigue luciendo espectacular, con un diseño de escenarios y enemigos sobrecogedor y unas animaciones faciales que transmiten a la perfección los sentimientos de Senua en cada momento.
Pese a todo, no creo que sea un título para todos los públicos ni fácil de recomendar, el que vaya buscando un hack'n slash al uso, se puede ir olvidando. Aquí lo que prima su intrincado arco argumental que, pese a la brevedad del título, se desarrolla a un ritmo más bien lento que puede desesperar a aquellos que pensaban encontrar acción a raudales. Además, es fácil que si no buscamos los 44 Lorestones escondidos a lo largo del juego (los únicos coleccionables que encontraremos), nos perdamos detalles importantes que nos ayuden a entender la historia y no llegar al final quedándonos con cara de tonto.
Por tanto, podría decir que, para mí, Hellblade es uno de esos títulos de los que no esperas grandes cosas - más allá de un apartado técnico espectacular y una historia que pudiera sorprender - pero que terminan dejando huella. Una espiral constante de angustia y tensión. De sudores porque te persigue algo que no alcanzas a distinguir qué es y que posiblemente ni siquiera sea real, de voces que no callan sacándote de tus casillas, y de momentos perturbadores buscando una luz en la oscuridad que te rodea.
En definitiva, un gran descubrimiento que ojalá pudiese jugarse con las gafas de VR de PS4 para tener una experiencia todavía mas inmersiva y angustiante (sacadme un parche o algo, joder).
Pues tiene pintaza este juego, oiga. Yo supe de él, pero tampoco le presté demasiada atención. Estoy un poco saturado de tías psicóticas y taradas disfuncionales. Para eso me voy a cualquier manifa neofemiguarrismo y voy servido xD. Nah, ahora en serio. Seguro que es otro juego de gozada y chorrazo. Por ese orden, siempre. Pero tengo tantos por acabar todavía que lo apunto en mi base de datos de "juegos para cuando te jubiles".
ResponderEliminarMe meo con lo de la manifa xD No sé si la protagonista está a ese nivel pero entiendo tu saturación xD
EliminarEl juego está muy guapo, la verdad que es una experiencia que no me esperaba en absoluto, yo lo vi en su día y pensé que sería el típico hack'n slash con una historia así un poco intensita pero poco más.
Si te anima saberlo, en unas 8 horas te lo puedes ventilar, por si quieres subirlo en tu lista de pendientes para cuando te jubiles. Yo también tengo esa lista, lo que no tengo es la esperanza de jubilarme algún día xD
Potser algun dia li donaré una segona oportunitat, sé que a la gent li agrada molt. És possible que sigui perquè m'hi vaig posar amb certa pressa perquè se m'acabava el Game Pass, o perquè hi anava jugant a estones donada la meva disponibilitat de temps lliure, però no em va atrapar, em costava molt resoldre els puzzles i fins i tot vaig patir un parell de bugs tremends. En un, el paisatge va desaparèixer i em trobava en un lloc on no hi havia gairebé res i d'on no podia sortir (en reiniciar no va tornar a passar), i en un altre vaig fer el que havia de fer, per desgràcia comprovant-ho amb YouTube perquè el puzzle no continuava, i no, no passava el que se suposava que havia de passar. A més, els combats em costen molt, soc dolent, i entre una cosa i l'altra, com se sol dir ara, el vaig "dropejar". :(
ResponderEliminarNo ets el primer a qui llegeixo quelcom semblant. Hi ha molta gent que no connecta amb el joc. Els puzzles no els vaig trovar gaire complicats, es més, a mida que avances en el joc et dones compte que són tots molt semblants. Tema bugs, jo no en vaig patir cap. El combat a mi em va agradar tot i ser bastante simple.
EliminarPotser no era el teu moment, Toni, deixa'l descansar i si mai t'hi veus amb ganes i temps, dona-li una segona oportunitat. A més es un joc curtet, a mi em va durar unas 9-10 hores. Si mai decideixes jugar-lo de nou, ja m'explicaràs ;)
Moltes gràcies pel teu comentari, company!