Horizon Zero Dawn (PS4/PC)

Aprovechando la inminente salida de Horizon Forbidden West, que nunca le dediqué una entrada y que pese al tiempo que ha pasado desde que lo terminé, lo sigo teniendo bastante fresco; en la presente ocasión me gustaría hablar de uno de los buques insignia de PS4: Horizon Zero Dawn. 

Desarrollado por Guerrilla Games y distribuido por Sony Interactive Horizon Zero Dawn para PlayStation 4, se presentaba  en febrero de 2017 como uno de los exclusivos más potentes de la consola de Sony. En agosto de 2020, el juego perdería dicha exclusividad al recibir también una versión para  PC.

Durante el juego asumiremos el papel de Aloy, una paria dentro de un mundo postapocalítpcio dominado por una estirpe de máquinas de tecnología muy avanzada, que contrastan con una humanidad que ha vuelto a la época de las sociedades tribales más  primitivas como resultado de una catástrofe cuyo origen se desconoce. Tras ciertos acontecimientos que no explicaré por si queda alguien que aún no lo ha jugado, nuestra misión junto a Aloy, terminará siendo la de desentrañar los misterios de este nuevo mundo y los acontecimientos que llevaron a la humanidad a retroceder de esa manera. 

Aloy, la protagonista de esta historia

En lo jugable, Horizon Zero Dawn nos propone enfrentarnos a un mundo abierto lleno de peligros y hostilidades, con todo lo bueno y lo malo que ello conlleva. Las mecánicas son las típicas de este tipo de juegos, un mapa enorme por explorar y que iremos descubriendo poco a poco, misiones secundarias por doquier, puestos a liberar, coleccionables, árbol de habilidades... visto así, puede sonar todo muy genérico pero hay tres puntos -especialmente dos - que dotan al juego de caracter y personalidad propios.

En primer lugar tendríamos a los enemigos, es decir, las máquinas. Estas poderosas bestias mecánicas tendrán la capacidad de ponernos en más de un aprieto si decidimos ir a lo loco, especialmente en los primeros compases del juego donde la escasa potencia de nuestro arco -nuestro mejor aliado- no será mayor que la de un tirachinas. Y es que si bien contamos con la opción del combate cuerpo a cuerpo, resulta un recurso poco práctico cuando te enfrentas a moles del tamaño de un camión, además de muy arriesgado. Esto nos obliga a trazar estrategias distintas con cada máquina para salir airosos de cada encuentro, ya sea buscando sus puntos débiles, tendiéndoles trampas que nos faciliten la labor de acabar con ellas, o pirateándolas para usarlas como aliado. Y es que si en algo se diferencia Horizon Zero Dawn del resto de mundos abiertos, es precisamente en la variedad de opciones que nos ofrece para resolver las distintas situaciones que nos presenta. 

En segundo lugar dentro de las cosas - para mí- más destacables, estaría su historia. Si bien la misma tarda en arrancar, llega un punto en el que no podemos parar hasta descubrir que hay detrás de cada nuevo hallazgo. Y es que hay un punto de inflexión hacia más o menos la mitad del juego, que nos mantendrá pegados al mando hasta terminarlo.

Por último, y aunque quizá sea menos relevante que los dos puntos anteriores, me gustaría destacar del juego lo bien integradas que están las misiones secundarias en el arco argumental del juego. A diferencia de otros títulos donde las secundarias son puro relleno consistentes en ir de A a B para volver a A, aquí línea entre misión principal y secundaria es bastante difusa y, pese a que encontramos misiones de relleno, muchas de ellas resultan muy interesantes tanto a nivel de trama como de recompensas.

Técnicamente hablando, Horizon Zero Dawn sorprende a propios y extraños por su imponente apartado gráfico. Mentiría si dijera que uno de los motivos que me llevaron a hacerme con él no fueron sus gráficos y su apartado artístico. Y es que habiendo estrenado mi PS4 con juegos que era básicamente remasterizaciones de juegos de la pasada generación, sentía una enorme curiosidad por ver qué me deparaba ante una experiencia gráfica de auténtica nueva generación. En ese aspecto, hay que reconocer que el aspecto que luce el título es realmente impactante con un diseño artístico muy cuidado y una variedad de escenarios más que suficiente para evitar que caigamos en el tedio o en la sensación de estar recorriendo todo el rato los mismos parajes. Esto también aplica a la propia Aloy y sus animaciones, así como las máquinas cuyo impresionante diseño está cuidado hasta el más mínimo detalle. No se puede decir menos de una banda sonora que ambienta perfectamente el mundo post apocalíptico en el que nos encontramos, y un doblaje al castellano de gran calidad.

En cuanto a duración y dificultad siendo un juego de estas características, como podréis imaginar, tenemos un buen puñado de horas por delante si queremos descubrirlo todo. En mi caso, el juego más el DLC The Frozen Wilds (altamente recomendable) me llevaron unas 65 horas a las que habría que sumar 10 más de la Nueva partida + que hice en la dificultad más alta. En lo relativo a la dificultad, todo dependerá del nivel que escojamos siendo quizá lo óptimo empezar en nivel de dificultad Normal. En Fácil el juego pierde un poco la gracia, y en difícil, si es nuestra primera partida, puede que nos sintamos abrumados ante la fiereza de las máquinas. No obstante, como suele pasar en este tipo de juegos, cuanto más avancemos y a medida que ganemos nuevas armas y habilidades, más sencillo nos resultará enfrentarnos a los retos propuestos.

Obviamente y pese a sus bondades, el título no está carente de fallos. Como he comentado unas líneas atrás, la historia tarda en arrancar y durante los primeros compases de la misma no tiene realmente nada que nos invite a querer descubrir más. Al menos así lo sentí yo la primera vez que lo jugué. Por otro lado, nos encontramos con el gran mal de los mundos abiertos, y es que pese a lo bien enmarcadas que están la mayoría de misiones, encontraremos bastantes tareas que pueden resultar tediosas sobretodo en las partes más avanzadas del juego en las que la saturación puede hacer acto de presencia. Por lo demás, a poco que te guste este tipo planteamiento resulta un título muy interesante.

Vistos los aspectos más generales del juego, paso a daros mi opinión antes de cerrar el post (aunque en algún que otro punto ya la he dado).

No engañaré a nadie, la primera vez que lo jugué me pareció soporífero. Me tiré cerca de 20 horas y terminé abandonándolo porque me aburría. No fue hasta pasados dos años cuando decidí darle de nuevo una oportunidad y fue ahí cuando conecté con él. Como dice el amigo Spiegel, muchas veces el momento a la hora de jugar a algo lo es todo, y este fue uno de esos casos.

Disfruté de mi segunda partida como un niño chico, pero a todo aquél que se quiera enfrentar al juego, le recomiendo paciencia. Como he comentado infinidad de veces a lo largo de la entrada, el inicio es lento y la historia tarda en arrancar, pero cuando lo hace descubres que valió la pena esperar. Más allá de eso, el juego sigue siendo técnicamente espectacular a día de hoy, y para colmo cuenta con un DLC realmente interesante que amplía la experiencia con un nuevo escenario, un nuevo arco argumental y nuevas y poderosas máquinas que nos pondrán la miel en los labios de cara a Horizon Forbidden West.

Por mi parte, poco más puedo decir. Si no tuvisteis el placer de jugarlo, os lo recomiendo encarecidamente teniendo en cuenta todo lo comentado. Y si lo habéis jugado, seguro que, como yo, estáis contando los días para que llegue su segunda parte.