Sobreviviendo a la crisis Gamer (I): Peguin Adventure (MSX)

Tal y como expliqué hace pocas semanas (o tal vez fueran días, no me hagáis recordarlo) paso por eso que acostumbramos a llamar crisis gamer, y que en mi caso, tras darle muchas vueltas, he llegado a la conclusión de que vino propiciada por un NieR al que, tras dejarme el culo torcido, fui incapaz de encontrar sustituto.

Lógicamente, fruto de la necesidad de mantener los dedos ocupados en algo, fui picoteando de aquí y de allá tratando de hacer más llevadero este duro periodo de transición con la esperanza de encontrar algo que me sacase del hoyo. No hubo suerte; pero si bien es cierto, hubo un título que amenizó bastante mis ratos libres, y del que hoy precisamente quisiera hablaros en esta nueva sección titulada "Sobreviviendo a la crisis Gamer" en la que iré comentando esos títulos con los que intenté coger de nuevo el vicio. Con todos vosotros: Penguin Adventure para MSX.

Penguin Adventure (secuela de Antartic Adventure) es un título de acción-plataformas editado por Konami en el año 1986, que además de estar considerado como uno de los mejores juegos de MSX, fue el primer título en el que trabajaría Hideo Kojima como asistente de diseño.

Penguin Adventure sigue la misma mecánica tan simple como adictiva de su predecesor, pero con una diferencia fundamental: la incursión de un pequeño hilo argumental. Penta (el pingüino protagonista), ya no se limita a recorrer el mapeado sin motivo aparente como hacía en Antartic Adventure; ahora tiene una razón, y como no podía ser de otro modo, se trata de un tema de faldas. Y es que lo primero que veremos en la pantalla de inicio, será a un Penta tristón en medio de un glaciar recordando a su prometida, Penguette, que está gravemente enferma.

Para salvar a Penguette, la única esperanza es conseguir una manzana de oro que crece en un árbol en la otra punta del reino. Bajo este argumento tan romántico como básico, Penta se embarcará en un viaje contrarreloj por el reino con el único objetivo de conseguir la preciada manzana que salvará a su amada.

Tal y como ya he comentado, la jugabilidad es exactamente la misma que la que pudiésemos ver anteriormente en Antartic Adventure, que para aquellos que no lo conozcan, consistía en avanzar por el nivel desde una perspectiva trasera sorteando obstáculos y otros peligros que dificultaban nuestra llegada a la meta. 

Pero no nos dejemos engañar, no estamos ante un juego fácil, todo lo contrario, el tiempo otorgado para finalizar cada nivel es realmente escaso, y a medida que avancemos, encontraremos un mayor número de obstáculos que no harán más que complicarnos la misión, llegando a un punto en el que no podremos permitirnos ni el más mínimo error si queremos llevar a buen puerto nuestro objetivo.

Cabe decir que las novedades con respecto a su precuela, no son únicamente argumentales. Penguin Adventure incluye un ligero toque RPG mediante el cual podremos ir adquiriendo una serie mejoras y habilidades que si bien no serán indispensables para finalizar la aventura, facilitarán con creces nuestra andadura.

A nivel audiovisual, nos encontramos ante un título con un apartado técnico que destaca por ser alegre, colorido, y con una notable variedad de escenarios que acompañados de unas melodías acordes a la ambientación, pondrán la guinda a un ya de por sí suculento pastel.

Sin duda, un juego que siguiendo la estela de la primera parte, potencia todas y cada una de sus virtudes, convirtiéndolo en un título que ningún usuario de MSX que se precie debería perderse. Divertido, obscenamente complicado, técnicamente inmejorable, y con una historia que pese a su sencillez, resulta tan tierna y entrañable que hará que nos comprometamos desde un inicio a ayudar a Penta a conseguir el dorado fruto necesario para salvar la vida de su prometida.