Juegos del pasado (X): Tomb Raider (Sega Saturn/PSX/PC)

Volvemos a la carga, después de muchos meses, con una nueva entrega de "Juegos del pasado"; y aprovechando que se trata de la décima entrega que mejor manera de retomar la sección que hablando de uno de los juegos que más representativos de mi infancia junto a Duke Nukem 3D. Hoy niños y niñas hablaremos de LA heroína, de un juego que marcó un antes y un después y que hace poco he rememorado en su versión para PC (las capturas son de dicha versión); hoy en "Juegos del pasado": Tomb Raider.

Corría el año 96 cuando empezó a corretear por la circuitería de nuestras consolas u ordenadores la por todos conocidísima Lara Croft. Pero no sería hasta un año después, que servidor descubriese la saga. Como niño fácilmente impresionable, Tomb Raider supuso para mí un punto de inflexión; un antes y un después en mi vida como jugador.

Nuestra andadura empieza en Perú

La historia de esta primera entrega de la saga, giraba en torno al Scion, un artefacto atlante compuesto de tres piezas y que nos veremos obligados a recuperar. Todo este hilo argumental, se desgranaba poco a poco mediante una serie de secuencias de vídeo que podían ser FMV's, o generadas por el propio motor del juego.

Las aventuras de la señorita Croft mezclaban a lo largo de sus 15 niveles (la duración total del juego es de unas 15-20 horas), plataformas, puzzles y exploración aderezados con el punto justo de acción. Durante nuestra visita por los gigantes escenarios llenos de trampas, enemigos y secretos, visitaríamos desde Perú hasta la mismísima Atlantis pasando por Grecia y Egipto, sintiéndonos como auténticos saqueadores de tumbas.

Tomb Raider se desarrollaba en un unos escenarios totalmente tridimensionales cargados de detalles que lograron en su día dejarnos a todos boquiabiertos. Para afrontar las adversidades de cada nivel, Lara hacía gala de un elenco de habilidades de cuidada animación jamás visto hasta el momento. Nuestra heroína corría, andaba, saltaba y nadaba. Era capaz de disparar, trepar por salientes, e incluso de hacer la vertical (solo versiones PSX y PC).

Por contra, el control de Lara, fue criticado en su día por muchos usuarios como tosco y poco preciso. Si bien es cierto, en alguna que otra ocasión la cámara podía dejarnos tirados y había saltos que requerían de una precisión milimétrica, huelga decir que pese a esos pequeños contratiempos, se trataba de un control, para mi gusto, intuitivo y bien implementado que lo único que requería era pasar por un periodo de adaptación. 

Uno de los momentos más emblemáticos del juego: la puesta en escena del T-Rex.

Los niveles de cuidadísimo diseño, nos ofrecían una variedad de situaciones inaudita. Escenarios como St Francis Folly, Lost Valley, The Great Pyramid, The Cistern, o la mismísima Atlantis, suponían un reto a la habilidad (o una declaración de hijoputismo) y quedaron grabados a fuego en la retina de muchos jugadores que -como yo- se dejaron los pulgares y parte de su cordura.

El nivel de la cisterna es, para mi gusto, uno de los mejores niveles del juego.

El apartado sonoro del juego estaba perfectamente integrado con la acción. Recorríamos los escenarios en absoluto silencio, y solo en momentos puntuales oiremos una melodía que serviría  para añadir tensión o como advertencia para algún acontecimiento excepcional.

Los efectos sonoros como los generados por nuestros propios pasos, disparos, etc, ayudaban a crear una atmósfera excepcional que junto a una banda sonora de lujo, ponían la guinda al de por sí suculento pastel que teníamos ante nosotros.

Pero si algo logró esta primera entrega de la saga, fue la sensación de absoluta soledad que era capaz de transmitir al jugador.  Y es algo que quisiera destacar, puesto que a diferencia de entregas posteriores, la primera aventura de Lara Croft conseguía que, desde el otro lado de la pantalla, nos sintiéramos como auténticos aventureros recorriendo parajes  que jamás antes habían sido explorados. 

Para ir finalizando, quisiera explicar una  anécdota personal: en la versión de Saturn (a la que yo jugaba de pequeño) jamás fui capaz de introducir los trucos para el salto de nivel. Como consecuencia de esto, cada vez que se me terminaba la pila de la consola, me tocaba empezar de cero. Esto hizo que terminase por repetir tantas veces los niveles que a día de hoy, aun me los sé de memoria.

Lo siento, la "albondiga" no podía faltar en este post.

Sin duda para mí, un juego totalmente indispensable y seguramente uno de los que más he disfrutado a lo largo de mi vida como jugador.