Horizon Forbidden West (PS4/PS5): impresiones finales

Dicen que todo lo bueno se acaba, y aunque hay cosas, como el juego que hoy nos ocupa, que duran más que otras; tarde o temprano llegan a su fin. Ese es el caso que Horizon Forbidden West, juego del que ya os di unas primeras impresiones cuando apenas llevaba 15 horas echadas. Hoy, con más de 50 horas jugadas, os traigo mis impresiones finales ¿habrán cambiado mucho con respecto a las primeras impresiones? Seguid leyendo para descubrirlo. 

Como ya dije en su momento, Horizon Forbidden West ha sido un juego que he esperado con muchísimas ganas desde que terminé Zero Dawn. Tanto es así que lo compré de salida cuando fue lanzanado el pasado 18 de febrero para PS4 y PS5, y ya anticipo que es algo de lo que no me arrepiento en absoluto. Pero antes de empezar con opiniones personales, dejadme que os cuente un poco más en detalle qué nos ofrece lo último de Guerrilla.

Pasaré de puntillas por la historia puesto que creo que es algo que cada uno debe descubrir por sí mismo. Como ya dije en las primeras impresiones, Forbidden West comienza donde lo dejó Zero Dawn. A diferencia del anterior, cuya historia tardaba demasiado en arrancar, aquí tenemos un arco argumental que nos atrapa desde el primer momento y que no decae a lo largo de la aventura. Esto es algo que me ha gustado especialmente, puesto que pese a lo abrumador que puede parecer el mapa en primera instancia, es el interés por la narrativa del título lo que nos invitará a continuar sin que caigamos en el tedio de avanzar en una historia aparentemente insulsa como pasaba en los primeros compases de Zero Dawn.

No quiero profundizar mucho más en este apartado puesto que, como he dicho, prefiero que cada uno lo descubra por sí mismo. Simplemente destacar que la evolución de los personajes y sus sentimientos con respecto a la primera entrega, se nota; y que la historia aunque parezca difícil de creer, no solo está al nivel del juego anterior, sino que me atrevería a decir que la mejora. Quizá no sea tan reveladora como lo fue la de Horizon Zero Dawn, pero en términos narrativos se nota más pulida y conserva esos giros de guión que no dejan indiferente. 

En lo que respecta al apartado técnico, no hay mucho más que añadir a lo que ya dije en mis primeras impresiones. Gráficamente estamos ante un peso pesado en toda regla. Desconozco como debe ser la versión de PS5, pero la de PS4 (que es la que yo he podido disfrutar) es un absoluta barbaridad. Animaciones, físicas, entorno, iluminaciones... parece impensable que una consola del año 2013 se desenvuelva de manera tan brillante con un juego que supera a su antecesor en lo gráfico dejándonos uno de los títulos más espectaculares del sistema.

Obviamente, no está exento de fallos, y aunque gracias a los parches que han ido saliendo desde su lanzamiento, se han corregido muchos de los errores que se podían ver cuando se lanzó el título, sigue habiendo -que yo haya notado- problemas de "pop-in" y cierto retraso a la hora de cargar las texturas. Sea como sea, y aunque están ahí, son fallos que ya hemos visto en otros títulos del estilo y comprensibles en cierto modo al tratarse de un mundo tan masivo. Más allá de eso, no es que empañen demasiado el resultado final y, como ya he dicho, se han minimizado bastante gracias a los parches que han ido saliendo.

Por último, y para cerrar este apartado, me gustaría hacer especial hincapié en el buen trabajo realizado a nivel sonoro. Ya no solo por el estupendo doblaje del que hace gala el título, sino por las melodías que, en general, me han parecido muy superiores a las de la primera entrega, con algunos temas tremendamente épicos que consiguen ponerle la guinda a un apartado prácticamente sobresaliente. 

Contamos con personajes tan ilustres como el mísmimo Leonardo Dantés

Respecto a su jugabilidad y mecánicas, también se ha visto una clara evolución en muchos aspectos, aunque hay otros que ya detallaré que se han visto algo más rezagados. La esencia es la misma, Forbidden West se desarrolla en un mapa enorme al que tendremos acceso prácticamente desde el inicio del juego pudiendo hacer lo que nos venga en gana... hasta cierto punto. Y es que habrá lugares a los que no tendremos acceso hasta que hayamos conseguido cierto utensilios que obtendremos a medida que avancemos en la historia. Me gustaría hacer un pequeño inciso aquí, y a modo de recomendación personal, deciros que no os obsesionéis mucho con las secundarias como me pasó a mí, y las dejéis para cuando hayáis avanzado en la historia. Básicamente porque yo me obsesioné con resolver cada nuevo interrogante que aparecía en el mapa, encontrándome con que muchos de los puntos que descubría no podían ser resueltos has bien avanzada la trama principal.

Por lo demás, y aunque podamos avanzar libremente como ya he dicho, no siempre valdrá la pena hacerlo pues daremos con máquinas que nos pondrán las cosas muy complicadas. Podría decirse que es la manera que tiene el juego de decirte sutilmente que "eso todavía no toca". 

Ya que han salido las máquinas, voy a aprovechar para hablar de ellas. Hay muchas máquinas, bastantes más que en Zero Dawn, y mucho más fieras y astutas. Además por cada máquina, hay distintas versiones. Por ejemplo, podemos tener un Acechador ígneo, gélido o alfa, lo que ante la misma máquina, nos veremos obligados a cambiar de estrategia. Por lo demás, los combates se resuelven de manera similar a lo ya visto en Zero Dawn, pero con unas mecánicas más pulidas y mejor implementadas. Contaremos con un arsenal muy similar, aunque con novedades tanto en armas como en trampas, y de nuestro estilo dependerá la manera de afrontar cada encuentro, pudiendo decidir en ir de frente y con todo (cosa poco recomendable si hay varias máquinas), o tirando de trampas y sigilo.

Seguimos teniendo el combate cuerpo a cuerpo, que en esta entrega es aún más inutil contra las máquinas que en la anterior, y que si bien resulta más profundo al haber implementado algo similar a un sistema de combos; continúo pensando que sigue siendo un punto que se debería haber pulido un poco más. 

Lo cierto es que las batallas son probablemente uno de los aspectos que más me han gustado y más he disfrutado de este segundo Horizon, y aunque en ocasiones la cámara y el entorno pueden llegar a entorpecer ligeramente la acción, son en general una auténtica delicia y un reto superior si lo comparamos con su anterior entrega.

En cuanto a la exploración del mundo abierto, tenemos varias novedades, algunas me han gustado mucho, como el uso del Alaescudo que nos permite planear y evitar morir espanzurrados al caer de un precipicio, y otras como la posibilidad de bucear que, me dieron cierto respeto cuando fueron presentadas, pero que se ha implementado muy bien y no resultan en absoluto tediosa. 

Por lo demás, hay cosas que siguen siendo muy mejorables y otras que -en mi opinión- son un paso atrás. Cosas mejorables: la escalada y las monturas. La escalada decían que se había mejorado con respecto a Zero Dawn y... bueno, no negaré que algo se ha mejorado, pero sigue resultándome algo torpe. Contamos por suerte con la implementación del gancho y el anteriormente citado Alaescudo, que nos ahorrarán más de una muerte por defenestración. En cuanto a las monturas, su manejo me sigue pareciendo igual de desastroso que en la primera entrega y he prescindido de ellas la mayor parte del tiempo puesto que llegaba antes andando que montado en máquina.

Algo que no me ha gustado en absoluto es que hayan quitado el paquete dorado de viaje rápido. Los paquetes de viaje rápido valen dos duros, sí, y ahora tenemos viaje rápido entre hogueras; pero la sencillez y practicidad del viaje rápido ilimitado que podíamos desbloquear en el primer juego, es algo que he echado muchísimo de menos. Especialmente en mi caso que soy poco de mundos abiertos y suelo abusar de esa mecánica. Por suerte de cara al final desbloquearemos cierta "cosa" que nos facilitará bastante el ir de un punto a otro, aunque de manera más lenta que el viaje rápido.

En cuanto al desarrollo de Aloy, tenemos otro punto que se me ha hecho algo tedioso y no es otro que el hecho de que haya hasta cinco árboles de habilidades distintos. Al final no es un problema demasiado grande puesto que dan puntos de habilidad como si fueran caramelos, pero la primera vez que lo abres y te encuentras 5 árboles con entre 20 y 30 habilidades cada uno, te sientes sobreestimulado sin saber muy bien para donde tirar. Sensación de sobreestimulación que, a decir verdad, tuve durante las primeras horas de juego hasta que me centré. 

El alaescudo es una de las cosa que más me han gustado de esta nueva entrega.

Porque esto es así, Horizon es un juego que, en caso de que no seas muy amigo de los mundos abierto, puede llegar a abrumar. Por suerte, es algo que con paciencia y organización, he logrado sobrellevar.

Antes de pasar a dar mis conclusiones, y siguiendo un poco el mismo esquema que uso siempre para hablar de los juegos a los que he jugado, me gustaría hablar un poco de la duración y la dificultad. En lo que respecta a la duración, todo dependerá de las ganas que tengamos de explorar el mundo que Guerrilla ha puesto a nuestro alcance. En mi caso, hasta terminar la historia he estado unas 50 horas (algo más de 70 si vamos a por el platino). A ojo de buen cubero, calculo que yendo a pijo sacado, la historia principal se puede completar en unas 20 o 30 horas. Como imaginaréis, yo me recreé bastante en los detalles haciendo un buen puñado de recados y secundarias. Si queremos completar el juego al 100% el título sobrepasa fácilmente las 100 horas, por lo que aquellos que busquen un juego que les dé horas de vicio, y disfruten de explorar mundos abiertos, tienen aventura para rato.

Referente a la dificultad, tenemos varios niveles. El más fácil es el modo Historia que desaconsejaría completamente. Ya no es que las máquinas, incluídas las más grandes, caigan con una facilidad asombrosa, es que su IA está ajustada de manera que parecen más un blanco sobre el que hacer diana que otra cosa. Para un primera partida, mi recomendación sería el modo normal. A no ser que seais cazadores expertos y os veáis con ganas de emociones fuertes. En mi caso en normal está bien, en estos juegos tan grandes, acostumbro a buscar un equilibrio y suele ser el modo que mejor se ajusta a lo que busco.Pasemos ya a las conclusiones antes de alargar esto más de lo que ya he hecho. ¿Me ha gustado Horizon Forbidden West tanto como me esperaba? Rotundamente sí. He disfrutado mucho del Oeste Prohíbido, de volver a ver caras conocidas y ver nuevas e interesantes incorporaciones. He disfrutado de las nuevas tribus, de su historia y de lo bien implementadas que están las misiones secundarias capaces de mimetizarse a la perfección con la trama principal. He disfrutado del combate muchísimo más que en la primera entrega, así como de las ruinas y demás puntos secretos. Pero sobretodo, he disfrutado muchísimo de una historia que tenía complicado superar a la anterior, y de una Aloy en cuya personalidad se ha profundizado mucho más que en la primera entrega. 

No obstante, no iba a ser todo bueno y también hay cosas que se me han hecho cuesta arriba. La cantidad de iconos por metro cuadrado que hay, lo caótico que pueden resultar en ocasiones las batallas, los cinco árboles de habilidades, pero sobretodo los diálogos infinitos. El resto de cosas se las perdono, pero esto último, en mi caso, me ha matado. Dispongo de aproximadamente una hora diaria para jugar, y no exagero cuando digo que he tenido sesiones de juego en las que lo único que he hecho ha sido seleccionar como continuaba la conversación. Que sí, que son opcionales y te las puedes saltar, pero creo que en ese aspecto hubiera estado bien buscar un equilibrio o expandir la historia de otra manera, pues no fueron pocas las ocasiones en las que terminaba leyendo los subtítulos para terminar la conversación y no estar viendo cambios de plano constantes entre dos personajes que mantenían una conversación.

Más allá de todas las pegas, que (menos los diálogos infinitos que sí se me han hecho muy pesados), el resto de elementos compensan sobradamente, dando como resultado una experiencia soberbia. Si os gustó Horizon Zero Dawn, si disfrutaste de aquella gran aventura, os aseguro que esta segunda parte no os defraudará. Su historia, su mundo y sus personajes son ahora mucho más redondos, y aunque quede margen de mejora en algunos aspectos, considero que Horizon Forbidden West es una experiencia a la que todo usuario de PlayStation debería dar una oportunidad, y esto os lo dice alguien a quien los mundos abiertos cada vez le dan más fatiga.