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lunes, 18 de julio de 2022

Dark Souls 2: Scholar of the First Sin (PS4)

Ha sido un largo camino, pero ya puedo decirlo: he terminado Dark Souls 2. No ha sido un camino excesivamente duro, pero tampoco un apacible paseo. Es más, ha sido un paseo un tanto extraño, una montaña rusa llena de altibajos que, aunque no entra demasiado por la vista cuando lo empiezas, termina dejándote un regustillo en la boca que te invita incluso a repetir... pero no adelantemos acontecimientos, y veamos qué me ha parecido la tan polémica segunda entrega de Dark Souls

Antes de empezar hay que aclarar varias cosas. Lo primero es la versión, y es que por lo que he estado leyendo hay un batiburrillo de versiones considerable. Hasta donde sé, está Dark Souls 2, Dark Souls 2 Scholar of the Firt Sin para consolas de séptima generación, y Dark Souls 2 Scholar of the First Sin para consolas de octava generación, y según tengo entendido, hay pequeñas diferencias entre ellos. Sea como sea, la versión que yo he jugado es la de SOTFS para PS4, por tanto, todo lo que os relate a lo largo de la entrada, estará basado en esa versión.

Por otro lado, hay dos aspectos que creo que han influído mucho en mi percepción sobre el juego, especialmente en los primeros compases del mismo. El primero es que tengo muchas ganas de empezar Bloodborne (que ya lo he hecho porque esta entrada la escribí hace días), pero sabía que si no jugaba a Dark Souls 2 ya, no lo jugaría jamás. El segundo, es que venía de meterme más de 160 horas entre Dark Souls y Demon's Souls, por lo que caer en odiosas comparaciones me ha resultado inevitable a lo largo de mi paso por Drangleic, especialmente al inicio del juego donde se me hizo todo muy cuesta arriba. Pero de esto ya hablaré más adelante. Antes de nada, cuatro pinceladas sobre los aspectos técnicos del juego. 

Ve a Majula para que te toquen la tula
A nivel gráfico, no he notado demasiada evolución con respecto a Dark Souls Remastered. El juego se ve bien, sin más, como se veíán los juegos en 2014. Los modelados son correctos, las animaciones podrían ser mejores en muchos caso, pero por lo general no le puedo poner muchas pegas en lo que a gráficos se refiere. No puedo decir lo mismo a nivel artístico, pues sin ser malo, no llega al nivel de sus antecesores. El juego es una de cal y otra de arena constante. Hay escenarios a los que llegas y te sorprendes, y otros a los que llegas y no solo no te sorprenden, sino que te dan la sensación de haber estado antes ahí. Lo reconozco, a excepción de escenarios como La Torre de la llama de Heide (Heidi para los amigos), hasta que no llegas al Castillo de Drangleic, no hay ningún escenario que haya hecho mella en mi memoria, pareciéndome todos ellos bastante olvidables y, hasta cierto punto, algo genéricos. Por tanto, a diferencia de lo que dije en Dark Souls cuando insistí que las carencias gráficas se veían compensadas por la ambientación, no puedo aplicarlo en la misma medida a esta segunda entrega. Aunque como he dicho, si aguantáis la zona del inicio que es muy floja, el juego pega un subidón bastante potente al llegar al ya mencionado Castillo de Drangleic

Vale la pena llegar gasta aquí
En lo que respecta al sonido, si que no tengo nada que objetar, el juego va en la línea de los anteriores e incluso ha logrado sorprenderme con algunos temas en enfrentamientos contra bosses que me han gustado mucho.

Pasando al aspecto argumental del juego, antes de meternos de lleno en la jugabilidad, no os voy a engañar... no me he enterado de la misa la mitad. A ver, los que hayáis jugado un Souls ya sabéis como va esto. Nadie te va a explicar las cosas como si fueras un niño chico, si quieres entender qué está pasando, te pones las pilas y te buscas la vida. El problema es que, a diferencia de Dark Souls y Demon's Souls, el lore no consiguió seducirme lo suficiente como para querer empaparme del mismo, hasta que llegué al final del juego y ya me había perdido la mitad de los eventos. Ojo, estoy convencido de que tendrá buenas historias detrás, pero es que ni su ambientación, ni sus enemigos, ni sus NPC's (a excepción de algunos como Lucatiel), ni nada en general; me invitaron de un principio a sumergirme de lleno en su argumento como sí me pasó con los anteriores. Quedaos con que somos el no muerto maldito, y que hay cuatro grandes almas que tenemos que abrazar para terminar subiendo a un trono y convertirnos en el nuevo soberano, o pasar de todo e irnos a un pajar con la Heraldo Esmeralda. El resto ya os lo contaré el día que me dé por rejugarlo y me sumerja de lleno en lo que el juego tiene para ofrecer a nivel narrativo. 

Lucatiel es bien
Dicho todo lo anterior, vamos al quid de la cuestión, al verdadero mondongo. Hablemos de su jugabilidad, de sus mecánicas y de las cosas que, a primera instancia pueden echar para atrás y por las que posiblemente mucha gente se empeñe en decir que es un mal juego (cosa con la que no estoy del todo de acuerdo).

El primero muro que me encontré al venir directamente de Dark Souls, es que el movimiento y animaciones del personaje cambian. Esto puede parecer una tontería, pero cuando vienes de pegarte 100 horas en Dark Souls y 60 en Demon's Souls, el cambio se nota. Es un mal menor, porque al final en tres o cuatro horas de juego te acostumbras, pero genera un impacto inicial que puede causar cierto rechazo, aunque nada grave.

Siguiendo con mecánicas que cambian, con respecto a la anterior entrega, aquí tenemos desde el inicio el viaje entre hogueras desbloqueado. Esto está bien, pero al mismo tiempo tiene un problema para mi gusto: se carga el backtracking. Huelga decir, que debido a la extraña interconexión de zonas tampoco es algo que me haya molestado en exceso, pero reconozco que el hecho de no tener que patear todo lo que pateé en Dark Souls, ha hecho que no tenga ni la más remota idea de dónde queda cada zona. Si a eso le sumamos que hay muchas zonas que se parecen entre ellas, podemos terminar con un lío considerable. Y enlazando con esto, un pequeño apunte con el tan criticado diseño de niveles: hay cosas que cantan, sí, pero tampoco creo que haya sido para tanto. He echado más en falta lo bien interconectado que estaba todo en Dark Souls, que hacía que a nivel global quedase todo muy bien hilvanado. Que sí, que el hecho de salir de un túnel y encontrarme que está lloviendo, o subir a un ascensor y encontrarme un lago de lava, son cosas que desentonan, pero lo que más me ha canta para mi gusto, es que todo parezca estar hecho por separado y unido por pasillos. Pero vaya, cosas peores se han visto y no hemos montado tanto drama. 

Aquí llueve, pero si sales por un túnel, deja de llover
Por otro lado, tenemos cosas que podríamos considerar herencia de Demon's Souls, como la presencia de una señorita (en este caso la Heraldo Esmeralda) que nos hace de guía y nos sube de nivel), o el hecho de que cada vez que muramos, nuestra barra de vida vaya mermando paulatinamente (aunque en Demon's Souls te la dejaban directamente a la mitad).

En cuanto a cómo he afrontado esta primera partida, qué os voy a decir, ya conocéis mi estilo, build de fuerza y vitalidad que, como de costumbre, lleva un tiempo montar. El principio del juego fue bastante tortuoso, y hasta que no tuve un equipo acorde a lo que suelo utilizar me dieron tanto "pal pelo" que, entre eso y que no me estaba seduciendo lo suficiente como para querer picarme a descubrir que había más allá, a punto estuve de abandonar. Por suerte la cosa cambió en cuanto conseguí el Espadón en el Muelle de Nadie y pude empezar a hacer estragos como viene siendo habitual en mí. También fue de gran ayuda la armadura de Drangleic, que pese a su elevado peso, me vino al pelo para tanquear como un cabrón. Y es que he hecho muchas cosas en Dark Souls 2, pero la que menos he hecho, ha sido rodar.

Tanto en Demon's Souls como en Dark Souls, busqué siempre un equilibrio. Es cierto que siempre me han gustado las armas lentas y contundentes, pero en lo que se refiere a la armadura, solía tirar por armaduras medias que me diesen cierta movilidad, algo que aquí he descartado por el mero hecho de que, en muchas ocasiones rodaba, esquivaba bien el golpe, y aún así me bajaban la vida. La esquiva cambia en Dark Souls 2, algo han hecho con los frames de invulnerabilidad que ganábamos al rodar, por lo que estamos ante el primer Dark Souls en el que he ido de carga hasta el culo y plantando el escudo delante del enemigo a verlas venir.

En cuanto a dificultad, cuando empecé, me dijeron que era uno de los Souls más fáciles. Cosa que no podía creerme pues me estaban dando de ostias hasta en el carnet de indentidad, pero si que es verdad que a partir de cierto punto del juego, por algún motivo, la dificultad me da la sensación que decae. No sé si es que está mal ajustada, o que simplemente me habitué, pero donde peor lo pasé, fue en los primeros compases del juego. Pasado el Muelle de Nadie, el juego se me hizo mucho más asequible. Una vez más, la dificultad radica más en las propias zonas (y más en este que los enemigos te vienen en manada), que en los bosses que, ni son demasiado complejos (a la mayoría te los bajas dando vueltas a su alrededor), ni están demasiado inspirados (con honrosas excepciones, por supuesto, especialmente en el tramo final). 

Solo que por estas vistas, ya valió la pena llegar aquí.
En términos de duración, estamos ante el Dark Souls que más rápido he terminado, tardando algo menos de 30 horas. No es un juego corto ni mucho menos, pero reconozco que he ido a pijo sacado porque, como ya he comentado, al inicio no me estaba gustando. Es por ello que me plantee darle una segunda vuelta en un futuro, pues estoy convencido que detrás de tanto caos, el juego tiene muchas cosas interesantes que ofrecer. Pero vaya, yo creo que explorando a fondo cada cosa, y haciendo los DLC's y todas las zonas opcionales (que me he fumado en su mayoría), el juego en una primera partida se nos puede ir a más de 60 horas fácilmente.

En resumidas cuentas ¿es Dark Souls 2 tan malo como dicen? rotundamente NO. ¿Pudo ser mejor? evidentemente ¿recomiendo jugarlo? si, siempre y cuando tengamos en cuenta que el inicio es tortuoso, que cuesta unas horas pillarle el punto, y que hasta que no hayamos avanzado un poco, no nos va a picar el gusanillo como otros Souls. Es un bueno juego, y también un buen Souls (aunque mucha gente se empeñe en decir lo contrario), pero no es ni Demon's Souls ni Dark Souls, y ese es su gran problema. En cierta manera, y sobretodo al principio, le falta ese alma y ese carisma que tenían los anteriores, y por ello cuesta algo más conectar con él. No obstante, una vez lo hacemos, terminamos descubriendo un juego que, aunque algo feucho, tiene su encanto, mantiene la esencia y termina siendo divertido.

No os dejéis llevar por las malas críticas, probadlo por vosotros mismos y echadle un poquito de paciencia. Tiene escenarios que enamoran, algún NPC muy interesante, y alguna sorpresa a modo de referencia a juegos anteriores, que seguro que os sacan una sonrisa.

Hasta aquí puedo leer, jugad a Dark Souls 2, es muchísimo mejor de lo que os lo están pintando.

¡Alabado sea el sol! 


 

6 comentarios:

  1. Me ha gustado tu análisis, a mi dark sola 2 que tengo el platino y me lo hice de arriba a abajo, podría decir que me gustó un poquito más que el 3. Te recomiendo muchísimo los DLC (3), son muy difíciles, largos y los bosses la caña. Yo le tengo mucho cariño a este juego y en general a la gente que le gustan los socios te dirá que no es el mejor pero que es muy buen juego.

    Un saludo

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    1. Muchas gracias por tu comentario! Me alegro que te haya gustado. Yo he dejado el platino aparcado para más adelante, pero tengo pensado sacárselo, al igual que los DLC que me comentas. La verdad que al principio es un juego que cuesta, pero se le termina cogiendo cariño y termina sorprendiendo!

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  2. Creo que coincidimos bastante en lo que has mencionado por aquí, solo que en mi caso particular, a mi fue más el sistema de animaciones lo que me mato (cosa que mencionaré hasta la saciedad) por lo demás, ni es tan malo como lo pintan ni tan bueno, pero oye, es una rara avis interesante a la que volver alguna que otra vez y de los pocos souls que me entro bien, después del primero, ya que el bloodborne ni lo cuento.

    A ver si la próxima cambias de build y miras a ver que tal, porque las de destreza pintan chulas, tanto que yo me quede con ganas de una en mi primera run.

    Gran análisis Suso, un besito y un choque de tulas.

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    1. El sistema de animaciones hay que reconocer que es terrible, es que viniendo de Dark Souls y Demon's Souls, es un paso atrás y da mucho el cante XD Pero por lo demás estamos de acuerdo, no será el mejor Souls, pero ni de lejos es un mal título. Yo volveré a jugarlo, he dejado pendientes los DLC y he terminado por cogerle cariño. Pero ya te digo que me mantendré fiel a mi build de fuerza, aunque la build dual me hace gracia, todo hay que decirlo.

      Me alegro que te haya gustado, Spigol, mil gracias por pasarte y un choque de tulas!

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  3. ¡Genial entrada e impresionantes y anales impresiones Suso! Creo que has sabido hacer una muy buena síntesis de Dark Souls 2 que no deja de ser como el buen pajote: al principio cuesta pero cuando le coges el gustillo ya es una cuesta abajo sin frenos que cuando terminas te da ganas de repetir tras un descansillo. Yo supongo que en un futuro lo rejugaré, porque me quedé con esas ganas de ver más, aunque lo haré con un tipo de personaje distinto. Por lo demás coincidimos bastante en todo solo que a mí por ejemplo sí que me chirriaron bastante los gráficos (Más que las animaciones).

    Y poco más que añadir que no hayas dicho ya y que no hayamos comentado ya en el lecho. Aquí te espero nardo en mano para ver que nos traes de Bloodborne y de futuras pajillas videojueguiles.

    Muy buena entrada, un beso de tulas descapulladas y que la Santa Tula ilumine tu camino.

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    1. Estimado patrón de la Santa Tula, siempre es un placer tenerte por estos lares, y lo mínimo que puedo hacer, es agradecer el tiempo dedicado a comentar esta humilde entrada.

      No lo podrías haber descrito mejor, la verdad, es como es pajuela perezosa que te haces más por vicio que por ganas y que te termina gustando. Mi intención es totalmente esa, rejugarlo y hacerme los DLC, eso sí, en mi caso no pienso cambiar de build. Los gráficos no me chirriaron tanto, piensa que tu venías de Elden Ring y yo de Dark Souls, aunque si que debo reconocer que en general me pareció más feo.

      En cuanto termine Bloodborne, no dudes que tendréis vuestra ración de porno duro, hasta entonces, podéis seguir deleitandoos con el resto de mis desvaríos.

      Besis de fresi y choque de tulas.

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