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martes, 29 de marzo de 2022

Miserias videojueguiles: la compra de Xbox 360

En vista de que esto de explicar mis "miserias videojueguiles" parece que ha tenido bastante éxito y que son entradas que no solo disfrutos mucho redactando, sino que algún día me servirán para recordar ciertos acontencimientos en caso de pérdida de memoria, me he animado a crear esta sección en la que iré recopilando anécdotas que me hayan pasado a lo largo de todos estos años como jugador. En la entrada "Balance de cuatro años con PS4", os dije que la compra de Xbox 360 tenía cierta miga detrás, así que siguiendo un poco la línea iniciada en aquella entrada, me dispongo a explicaros lo acontecido aquél día. 

Como ya sabréis si habéis leído entrada anteriores, durante la sexta generación de consolas fui afortunado poseedor de los cuatro sistemas de sobremesa. Si bien el que más disfruté fue PS2, la compra de Xbox a final de generación y varios de sus exclusivos, hicieron que, durante la séptima generación, la balanza se inclinase a favor de Xbox 360. No os penséis que fue una decisión a la ligera, pues estuve mucho tiempo debatiéndome entre PS3 y 360. Ambas consolas me gustaban, pero a nivel de exclusivos, en aquel entonces me tiraba más la consola de Microsoft. Tardé lo mío en dar el salto, es más, no fue hasta el verano de 2008 que la consola se vino a casa. ¿El culpable? como no podía ser de otra manera, Ninja Gaiden II.

El Ninja Gaiden de Xbox fue uno de los títulos que más me cautivaron de la primera Xbox, y como amante del hack'n slash, su segunda entrega -que salió como exclusivo de Xbox 360- terminó de inclinar la balanza a favor de 360. Otro de los motivos que me empujaron a su compra fueron títulos como Halo 3, Gears of War o Forza MotorSport 2. Juego que, curiosamente, a día de hoy (con la excepción de Forza) han dejado de llamarme la atención. Pero sigamos con la historia que ni siquiera la he empezado y ya me estoy yendo por las ramas. 

El culpable
Estuve durante unos meses ahorrando esperando a dar con algún pack suculento en el que dejarme los dineros. Una cosa tenía clara, quería una Xbox 360 Elite. Principalmente por dos motivos, el primero el disco duro de 120 GB, y el segundo que era de color negro. Todas mis consolas, menos Dreamcast, son negras y las tradiciones hay que respetarlas.

Esta historia comienza una calurosa mañana de junio recogiendo propaganda del buzón. Entre toda la morralla, un catálogo de ofertas de la extinta PC City. Pasé por las páginas sin demasiado interés, hasta que fui a dar con una oferta que parecía caída del mismísimo cielo. Pack Xbox 360 Elite, con dos mandos, Halo 3, Gears of War, Forza Motorsport 2, Viva Piñata y...¡Ninja Gaiden 2! por un precio que lamentablemente NO recuerdo pero que juraría no superaba los 360 euros. En pocas palabras, un "regalo". ¿El problema? la oferta terminaba esa semana y me faltaban sesenta euros para poder comprarla. Resolví la situación pidiendo prestado los dineros que me faltaban, pero no creáis que fue tarea fácil. Es más, hasta el viernes por la tarde (la oferta terminaba el sábado) pensé que me quedaba sin consola. Por suerte, finalmente logré reunir el dinero y tan solo un viaje a PC City me separaba de entrar en la, por aquel entonces, nueva generación. 

La noche de antes me guardé el dinero en la cartera (que por aquel entonces llevaba enganchada con una cadena, la excusa era no perderla, pero la realidad es que siempre fui un poco macarra) y me metí en la cama con la emoción de un niño que está esperando que lleguen los Reyes Magos. Me desperté a las 5 o las 6 de la mañana después de acostarme prácticamente a las 2. Era tal la emoción que apenas pude pegar ojo. No quise dormir más porque de lo contrario quizá me hubiera quedado dormido y mi idea era llegar a primera hora a PC City (así de agonías era, y sigo siendo). Como era muy pronto para andar zascandileando, recuerdo que para amenizar la espera hasta una hora prudencial me puse a jugar a la PSP. Era bastante absurdo levantarse a las 6 de la mañana teniendo en cuenta que la tienda no abría hasta las 10. A eso de las 7.30 me levanté, café, cigarro y muñeco de barro. Me pegué una ducha que sirvió de más bien poco (ya entenderéis el motivo) y tras vestirme y asegurarme de que llevaba todo el dinero me fui corriendo al tren. Recuerdo perder un tren delante de mis narices y tener que esperar veinte minutos más hasta el siguiente. Por suerte había salido con tiempo (yo seguía empeñado en pensar que si no llegaba el primero se acabarían las consolas) y medio paquete de Chester más tarde, estaba en un tren en dirección al centro de Barcelona.

El viaje en tren se me hizo más largo que un día sin pan. Era solo media hora, pero ¡qué media hora tan larga! Además una vez en Plaza Catalunya, tenía que patearme toda la Rambla hasta practicamente el final. Finalmente llegué a la última parada. Bajé del tren y subí corriendo las escaleras que daban a la calle, y emprendí mi marcha Rambla abajo esquivando turistas, puestos de flores y el sinfín de gente rara con la que te puedes cruzar por Barcelona un sábado a las 9:45, hasta llegar a PC City. Mi parte más dispersa estuvo a punto de meterse en el New Park que había justo al lado para echar una partida al Outrun que tenían, pero mi parte más racional me indicó que debía centrarme en la misión. 

Un poco de nostalgia para ilustrar
Entré en PC City sudando como un pollo (de ahí que la ducha no sirviese de mucho) y rojo como un tomate (no sé si por la emoción, por la carrera que me había pegado o porque por aquel entonces fumaba como un carretero). Pero lo importante es que llegué. La tienda estaba vacía y los dependientes que en ella había me miraron con cara de sorpresa. No sé si por mi aspecto de maníaco o porque no era común tener por allí a un cliente a esas horas un sábado de finales de junio. La cuestión es que me dirigí a ellos folleto en ristre preguntando por el pack que en él anunciaban. Por un momento me temí lo peor, en esos escasos segundo en los que el chico de la tienda se quedó mirando el folleto por mi cabeza pasó el pensamiento de que se habían agotado y había llegado tarde a la oferta de mi vida. Por suerte todo ello no fueron más que películas que me había montado en mi cabeza. El pack estaba disponible y me pidió amablemente que esperase mientras me lo preparaba.

Tras otra espera que se me hizo eterna apareció con la consola, los juegos y el mando extra. Solo había un problema, bueno en realidad dos. El primero era que el Gears of War que venía incluído estaba agotado. Me ofreció cambiarlo por otro juego, o darme un resguardo para pasar a recogerlo cuando se lo repusieran. Tras mirar la oferta de juegos disponibles y tener muy claro que quería mi Gears of War, decidí aceptar el vale. El otro problema que se me presentaba es que el mando extra era de un colo azul celeste terrible, con razón lo estaban regalando. Intenté que me lo cambiaran por otro color pero me dijeron que el que entraba en la oferta era ese. Un mal menor al fin y al cabo.

El mando en cuestión.
Con todo listo, el chico me acompañó a la caja. Saqué de la cartera el fajo de billetes ante la mirada estupefacta de la chica que me cobró, y tras ofrecerme una bolsa de dimensiones superlativas por la que a día de hoy, teniendo en cuenta su tamaño, me hubieran cobrado como mínimo un euro por terrorista medioambiental, salí de la tienda llevando la bolsa como buenamente pude, puesto que la consola pesaba un quintal, pero con una sonrisa de oreja a oreja y emprendí mi camino de vuelta a casa.

No fue fácil subir la Rambla con aquella bolsa, el calor tampoco ayudaba, pero finalmente llegue al tren y durante todo el trayecto, fui admirando las cajas de los juegos con los que me adentraría en la nueva generación. Aunque si he de ser sincero, la caja que más miré fue la de Ninja Gaiden 2.

Cuando por fin llegué a casa, lo primero que hice fue pegarme otra ducha. Porque sí, tenía unas ganas terribles de estrenar la consola, pero quería hacerlo en unas condiciones higiénicas óptimas (para eso soy y sigo siendo muy escrupuloso). Una vez duchado y limpio, la saqué mi Xbox 360 Elite de la caja entre temblores de emoción, y tras conectarla la encendí y se hizo la magia.

Siempre recordaré aquél primer inicio y el dashboard clásico de 360. Como abrí el compartimento y puse el tan ansiado Ninja Gaiden 2. Reconozco quedarme fascinado ante las bondades de la alta definición y maravillarme cuando probé aquel mando que, a día de hoy, me sigue pareciendo uno de los mejores. Aquel día del estreno vicié como un condenado. Es más, aquella noche me la tiré en vela pasándome la campaña de Halo 3.

Durante cuatro años disfruté una barbaridad de la consola, y aunque el verano siguiente a ese estuvo marcado por las tres luces rojas de la muerte, el recuerdo que guardo de esa generación es bastante satisfactorio, aunque algo agridulce. Y es que pese a lo mucho que disfruté de la consola, la industria del videojueguismo estaba cambiando y no me gustaban demasiado los cambios que veía. De ello ya dejé constancia en su día, pues fue durante aquella generación cuando inicié el blog. Además fue la generación en la que aparqué los videojuegos durante cerca de dos años, por lo que, pese a lo mucho que disfruté de la consola durante los primeros años, no guardo tan buen recuerdo de los últimos, siendo NieR el último juego al que realmente me enganché.

Disfruté de grandes juegos en mi 360, algunos como Bayonetta, Bioshock o el propio Nier me marcaron muchisimo. También me eché algún que otro vicio esporádico al online (siempre tirando de códigos de Gold gratuito). Guardo buenos recuerdos de la noche que me tiré en vela con el colega ErPoli jugando a Gears of War, a los vicios al The Club o las pachangas al Sega Super Star Tennis.
 

A día de hoy Xbox 360 es una de las consolas a las que menos juego, es más, hasta hace poco que la volví a conectar, la tenia guardada en el armario, pero ello no quita para que me diese grandes momentos. La verdad que puedo decir orgulloso que la disfruté a más no poder y que guardo con especial cariño el recuerdo del día que la compré.

11 comentarios:

  1. Todos tenemos nuestras historias, y algunas de las mías ya las publiqué en su momento en mi blog. Yo me hice con la 360 el primer día que, mira qué casualidad, salió aquí coincidiendo con mi cumpleaños, por lo que fue mi autoregalo de aquel ya lejano 2005. La compré con el Kameo y el Project Gotham Racing 3, a los cuales siguieron muchos otros. Ha sido una máquina muy aprovechada por mi parte, si bien ya no conservo mucho de lo que llegué a tener.

    Como anécdota breve yo recuerdo la escasez de periféricos en sus primeros meses. Especialmente el cable "Carga y juega" era sumamente difícil de conseguir y si te cuento cómo me hice yo con el mío, seguro que no lo podrás creer...

    Dado que en Game y otras grandes superficies nunca lo tenían, fue en Fnac donde finalmente lo encontré, eso sí, de puro milagro porque me dijeron que solo habían recibido tres y uno ya estaba reservado. Decidí comprar los otros dos, uno para mí y el otro para un buen amigo. Lo más curioso es que, a pesar de vivir en una urbe de cierta amplitud en la que, como puedes imaginar, se mueve mucha gente, quiso el destino que ese tercer cable fuera, increíblemente, a parar a manos de otro amigo que fue quien lo reservó sin que ni yo ni la otra persona a la que le compré el cable supiéramos nada. Podía haber sido cualquier otro usuario pero, cosas de la vida, todos los cables fueron a parar casi al mismo sitio. Lástima que luego dichos cables no durasen mucho.

    Como a todo el mundo, mi consola murió tiempo después y ya me fui haciendo, primero con el modelo Élite y, años después, con la última versión que es la que he estado usando hasta hace poco. Xbox 360 es una buena máquina, sin duda, pero la linea seguida por Microsoft después no me gustó y por ello decidí pasarme a PlayStation, aunque tampoco aquí puedo decir que esté sumamente satisfecho...

    En fin, un muy buen artículo como siempre, Suso. Ahora lo compartiré en Twitter. Saludos.

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    1. En realidad, a la hora de escribir estas entradas, me sentí inspirado por las tuyas. Se podría decir que eres mi musa, Emilio XD Yo no la compré de salida por varios motivos, pero el principal (por extraño que parezca) es que estaba esperando a que saliese una en color negro XD

      De piedra me quedo con tu anécdota sobre el carga y juega. Las casualidades de la vida que no dejan indiferente a nadie. Yo nunca lo llegué a comprar, me apañaba bien con las pilas recargables, pero me consta que siempre estaba agotado, como la mayoría de accesorios.

      Lo que no sabía es que habían pasado por tus manos tres modelos. En mi caso solo he tenido el modelo Elite. La original, es decir la que compré el día que relato, murió por las tres luces rojas. Me la cambiaron en garantía y es la que tengo actualmente que -tocaré madera- sigue funcionando.

      Como a ti, el rumbo que tomó Microsoft en la siguiente generación no me gustó en absoluto y decidí volver a Play Station, que si te soy sincero, en mi caso si que estoy bastante satisfecho pese a los tejemanejes de la industria en general.

      Muchas gracias como siempre por pasar, por compartirlo y por todas esas cosas, Emilio. ¡Un saludo!

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  2. Siempre he querido una Xbox 360 y tu peculiar historia solo ha hecho que me arrepienta de no haberla pillado todavía. Saludos!!!

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    1. Ya sabes lo que dicen Gendou, nunca es tarde si la dicha es buena :D así que si algún día te animas a conseguir una, espero que nos expliques que te parece :)

      Mil gracias por pasarte y comentar. Me alegro que te haya gustado la historia. ¡Un saludo!

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  3. ¡Muy buena entrada Susete! Así me gusta. Dejáte de Tomb Raider y Resident Ibol y escribe sobre tus miserias que es el contenido que tus lectores deseamos. Divertida e interesante historia, me quedo con el detalle de "macarra", que te venía como anillo al dedo viendo que te chamabas medio paquete en horas, llevabas una cadena marronera y tenías un mando de la XBox que parecía una pastilla discotequera de dudosa procedente.

    En mi caso particular la Xbox 360 me llegó como caída del cielo porque un día la trajo mi hermano a casa bajo el brazo, aunque el disfrute fue efímero porque del mismo modo que la trajo, se la llevo a los pocos meses cuando se independizó. No tengo ninguna historia ocurrente al respecto, aunque recuerdo acompañar a un colega a por una Xbox 360 en pleno brote puberal y cruzar anocheciendo y sin nada reflectante una autovía bastante concurrida para llegar al típico MediaMarkt de enmedio de un polígono. Podría haber acabado como la típica historia con la que abre el telediario Matias Prats aunque por suerte no fue así...

    De nuevo señalar que me ha gustado mucho la entrada y me ha parecido muy entretenida y divertida. Ya somos dos que en verano sucumbimos a los pormenores del sudor y el calor. Espero que nos deleites en breves con algún texto similiar.

    ¡Un saludo y un choque de tulas Suso!

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    1. Lo que os gusta una buena ración de miserias, sobretodo cuando se trata de las miserias de alguien con una popularidad como la mía (XD)

      En aquella época era un quinqui. Bueno, en realidad lo sigo siendo solo que ahora disimulo y solo lo soy en la intimidad. El mando terrible, lo tengo ahí como nuevo porque nunca llegué a jugar con él XD

      Veo que tu historia con la consola fue breve cual pajuela de adolescente precoz. Aunque tu viaje al polígono me ha traído buenos recuerdos de mi adolescencia cruzando autovías para llegar a discotecas poligoneras en busca de ciervitas XD

      De veras que me alegro que te haya gustado. Ya te adelanto que si esta te ha gustado, la que tengo redactada sobre la compra de Mega Drive te va a gustar aún más XD

      Muchas gracias por pasarte, y un saludo compañero :D

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  4. Mierda Suso leerte me ha hecho recordar cuando yo compre la mía y tuve que caminar con otro colega cargando a medias la caja mostrenco del modelo original, por un descampado a las 4 de la tarde en pleno marzo, solo por el ansía de llegar a mi casa rápidamente y montarla, aunque en mi caso, fue el Fable II y un colega ahora viral en internet los responsables de mi compra.

    Por lo demás creo que como tú, es una de las maquinas a las que más cariño guardo y que me hizo descubrir una de mis generaciones favoritas, a la que sigo volviendo con los retrocompatibles en ONE (Porque mi 360 original murió y la siguiente al poco corrió el mismo destino) y con mi viejuna PS3 de la cual ya hemos hablado alguna vez. La lastima es que ya no le des tanta caña, pero me alegro que al menos la sigas conservando. Lo peor es que yo si tuviera espacio me haría con otra, para pillar ciertas nichadas, que a día de hoy solo se pueden jugar ahí.

    Muy buena entrada y me alegra que haya sido un VS más contra el tabaco y los nervios, que contra Microsoft, Un saludo y un besito :D

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    1. ¿Me entiendes ahora cuando te dije que esto no era un Suso VS Microsoft? XD

      El Fable II es uno de los que tengo pendientes (es más, lo tengo) y algún día me pondré con él. La verdad que me estoy imaginando a un joven Spi y a su amigo viral por mitad del campo y me da la risa XD

      Le tengo un gran cariño sí, y aunque no juegue tanto como antes (aunque Killer is Dead me lo pasé ahí recientemente) no tengo intención de deshacerme de ella. Además que me queda alguna cosilla por jugar, aunque desde que tengo PS3, suelo pillar ahí los multis por aquello de que los discos no se rayan con tanta facilidad.

      Me alegro que te haya gustado y la hayas disfrutado :D ¡mil gracias por pasar, Spi!

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  5. Gran entrada, com totes les que fas i en concret les de "misèries".

    Jo també em vaig comprar la Xbox 360 l'any 2008, però uns mesos abans que sortís l'Elite. Sense tenir gaires diners (no n'he tingut mai, però llavors menys que ara), em vaig comprar la Wii al febrer i no pensava comprar-me una altra consola dos mesos més tard, però el cas és que a l'abril hi va haver una promoció a El Corte Inglés que consistia en una Xbox 360 versió arcade (és a dir, amb un disc amb 4 jocs d'Xbox Live Arcade senzillets, cap disc dur (només una targeta que em vaig vendre després per pagar part del disc dur de 20 GB que em compraria) i per sort comandament sense fils, que no feia tant que encara era amb fils) amb un val de 60 euros per comprar el joc que volguessis.

    Acabava de sortir el GTA IV i, de fet, em vaig haver de barallar una mica amb el dependent perquè me'l deixés fer servir, perquè tècnicament sortia a l'endemà, però havia llegit a EOL que ja s'estaven podent comprar en alguns ECI i hi vaig insistir. Total, que per 199,99 vaig tenir tot allò, GTA IV inclòs.

    A mi les tres llums vermelles em van sortir diria que l'any següent, però com que estava en garantia, en 8 dies vaig enviar-la i me'n van enviar una de recanvi. No em va tornar a passar mai més.

    La 360 és una de les consoles a les quals he fotut més canya. Ara és gairebé irrellevant, perquè reconec que quan jugo a algun joc seu ho faig a la One gràcies a la retrocompatibilitat, però es pot dir que la vaig amortitzar de debò.

    A veure quan és la propera entrada d'aquesta secció!

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    1. Recordo a la perfecció aquella oferta que comentes de El Corte Inglés, i ho recordo perquè vaig estar a punt de pillar-la i quan ja ho tenia decidit vaig veure que sortia l'Elite i em vaig fer enrere. A més recordo que la meva idea era pillar-la amb el GTA IV pel mateix que tu dius, hi havia un val de 60 euros per un joc a escollir.

      D'aquella època jo recordo que tenia molt bona relació amb el venedor del ECI de Can Dragó, allà va ser on vaig comprar jocs de Game Cube a 3 euros quan els liquidaven... un dia en parlaré perquè va ser espectacular allò XD

      Jo no recordo quan em van sortir les llums vermelles però si recordo que va ser a l'estiu i em va fer molta ràbia perque era quan més jugaba. Per sort estava en garantia i no vaig tenir gaire problema.

      Per mi va ser una gran consola, la vaig gaudir molt, i en el meu cas, como que no tinc One, encara la faig servir de tant en tant :D

      Moltes gràcies pel teu comentari Toni, me'n alegro que t'hagi agradat, i no pateixis que n'hi haurà més d'aquest estil :P

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    2. Doncs no sé si vull llegir aquesta història de la GameCube, eh? Quina ràbia! XD

      Recordo una botiga d'electrodomèstics que una mica abans que em tornés a interessar pels videojocs després d'anys de desconnexió n'estava liquidant jocs a 5 euros. Soc un imbècil!

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