La industria se ríe en mi cara

Antes de empezar a echar mierda ¡muy buenas a todos! Y es que, haciendo gala de la, por ya todos conocida, frase "Suso siempre vuelve, más grande, más fuerte, y aunque parezca imposible; mejor", reaparezco con fuerzas renovadas y una nueva entrada, tras terminar unos exámenes que apunto han estado de terminar con la poca cordura que me quedaba (bueno, para que mentir, hemos pasado del "pierdo puntos de cordura" al "gano puntos de locura"). 

Se me habían escurrido infinitas maneras de volver a las andadas, pero tras mucho cavilar, he decidido volver a mis orígenes, aquellos en los que la mayoría de entradas del blog eran una crítica a la industria del videojuego. Así que, rescatad del armario el traje de combate, porque he vuelto con ganas de guerra. 

Pero antes de ponerme violento y empezar a soltar improperios, quisiera (como habitualmente hago) explicar las cosas desde el principio de los tiempos. Como muchos de mis seguidores ya sabréis, desde finales de diciembre principios de enero, me dio por adentrarme en el mundillo de las aplicaciones para Android. Por tanto, como es lógico, el hecho de publicar aplicaciones, me ha llevado a estar más pendiente en los últimos meses de lo que se cocía en Google Play.

Lo sé, algunos os preguntaréis "¿y qué cojones tiene esto que ver con la entrada que nos ocupa?". Bien, para muestra, un botón (más bien una imagen):

Caca blanda. Eso es lo que estuve haciendo durante una semana cuando, incauto de mí, husmeando en Google Play, encontré que Final Fantasy VI estaba disponible en dispositivos Android por el "módico" -y notese la ironía por favor- precio de 14,49 euros.

Si bien es cierto, esto no es novedad; ya apareció en su día Final Fantasy IV al mismo precio desorbitado. Pero debido al total rediseño gráfico, no me resultó tan insultante (aunque seguía pareciéndome insultante para un juego de móvil).

Pero no quisiera irme por las ramas; centrémonos en Final Fantasy VI. ¿Qué ha hecho Final Fantasy VI para que me escandalice de semejante manera? o más bien, ¿qué han hecho los sacacuartos de Square-Enix para escandalizarme de esta manera? 

Vamos a partir de la base de que Final Fantasy VI aparece allá por el año 1994 y se reedita en PSX en el 2001-2002 si mal no recuerdo. Hubo reediciones posteriores, lo sé; pero para la entrada, me centraré única y exclusivamente en la de PSX por un motivo muy simple: el precio.

Lo que podéis ver a continuación, es mi copia original de Final Fantasy VI para Playstation, publicada, como he dicho anteriormente, unos once o doce años atrás. Recuerdo que lo compré en el momento justo de su salida por miedo a que volasen de las estanterías, y como puede apreciarse en la foto, el juego venía en una caja, con dos discos; uno con Final Fantasy VI, y otro con una demo para PS2 de Final Fantasy X. Además de esto, se incluía un manual (ese librito que ahora se fuman) y una secuencia introductoria y final hechas especialmente para esta reedición.

Todo esto, me costó nada más y nada menos que -agárrense señores- 16,97 euros. Es decir,  por 2,48 euros más, me llevé un juego en formato físico, con caja manual y demo.

Ahora veamos que ofrece Final Fantasy VI para dispositivos móviles según la descripción oficial:

1.- Todos los gráficos han sido meticulosamente recreados para llevar el mundo de FINAL FANTASY VI a los dispositivos móviles por primera vez. Kazuko Shibuya, uno de los diseñadores gráficos involucrados en la serie FINAL FANTASY desde el comienzo, ha trabajado personalmente en los protagonistas y ha supervisado la recreación de los gráficos del juego.

2.- La amplia experiencia de Square Enix en títulos de rol de gran calidad para teléfonos inteligentes se ha utilizado para introducir un control intuitivo con el que se consigue mayor fluidez en pantallas táctiles. Se ha prestado especial atención a la interfaz de combate, que se ha revisado por completo de cara a su uso en teléfonos inteligentes.

3.- Este lanzamiento para teléfonos inteligentes incluye las nuevas magicitas y los sucesos que se incluyeron en la reedición de 2006.

4.- Algunos sucesos se han optimizado para ser jugados con controles táctiles intuitivos.

Y ahora, vamos por partes a rebatir cada uno de estos cuatro puntos:

1.- Si esto es recrear meticulosamente los gráficos, que baje Dios y lo vea.

Lo siento, pero para mi gusto, ese lavado de cara haría llorar al mismísimo Kefka.

2.- Leer control intuitivo en la descripción, para bajar hasta las opiniones, y ver que no son pocos los usuarios que se quejan de un control mal implementado.

3.- Si se incluyeron en la reedición del 2006, no son nuevas, son recicladas.

4.- No sé vosotros, pero para mí están diciendo lo mismo que en el punto dos de manera más breve y acotada.

Pero esperad que aún hay más. Al final de la descripción, encontramos lo siguiente:

"Esta aplicación no se ejecuta correctamente en dispositivos Android 4.4 con la máquina virtual ART (Android RunTime) activada. Es necesario utilizar la máquina virtual predeterminada del dispositivo."

Estupendo; ya que lo pones a un precio insultante, al menos ten la dignidad de optimizarlo. Y es que si seguimos bajando hasta las opiniones, no son pocos los usuarios que se quejan de bugs, cierres inesperados, y problemas de optimización así como de una pésima traducción. Pero no quisiera extenderme más en los anteriores detalles puesto que como podréis imaginar me baso en opiniones ajenas, ya que NO he probado el juego en Android (ni pienso hacerlo). No he venido a hablar del juego en sí. Todo esto no era más que un preámbulo en el que he utilizado a Square-Enix del mismo modo que podía haber utlizado a cualquier otra compañia, para expresar mi descontento general - algo que viene arrastrándose desde hace tiempo - con el mundillo. 

Y es que, cuando una compañía ofrece un juego de hace veinte años en formato digital que ha contado con un número infinito de revisiones y reediciones, al precio de 14,49 euros se está riendo en mi cara.

Cuando una compañía no hace más que sacar segundas partes de títulos principales de una saga prostituida hasta la saciedad (véase Final Fantasy X-II y Final Fantasy XIII-2) , aparte de que se está riendo en mi cara, me está demostrando que algo empieza a fallar.

Cuando una compañía se dedica a remasterizar constantemente títulos de su época dorada, no solo se está riendo en mi cara y me está demostrando que algo empieza a fallar; se está aprovechando de la nostalgia del jugador.

Porque precisamente con eso último, es con lo que están jugando la mayoría de compañías actuales (y ya no hablo sólo de S-E), con la nostalgia. Y es que en un panorama tan desolador como el actual, resulta extremadamente sencillo tocar la fibra del jugador veterano a base de reeditar en formato digital títulos de épocas pasadas.

Da que pensar señores, da que pensar. Lo dije hace un año, la industria se pudre; y a día de hoy, está tan podrida que apesta.