Compré la consola por tu "culpa"

Lo admito, hoy estoy poco reflexivo. Pese a esto, no quería dejaros sin mi habitual entrada de la tarde de domingo, y me he sacado de la patilla este post, al que he querido titular "Compré la consola por tu culpa", que si bien no es puramente reflexivo, algo tiene por ahí. Y es que en vista de las últimas noticias sobre la futura generación de consolas, en las que parecen más importantes las características técnicas y el resto de banalidades que incorporan, veo necesario recordar que, al final elegimos una u otra consola por sus juegos, sus sagas únicas y sus personajes exclusivos. Hecha esta breve presentación, permitid que os presente a mis "vende consolas" particulares.

Altered Beast ( Sega Mega Drive)

La primera vez que jugué a Altered Beast, fue en la Mega Drive de un amigo. Lo primero que me llamó la atención fue una caratula de la que quedé prendado por motivos desconocidos. Podría decirse que fue un amor a primera vista, que se reafirmó tras echar una partida a dobles. Su mecánica sencilla y el ir aumentando de tamaño mediante aquellos curiosos esteroides hasta convertirte literalmente en una bestia, me fascinaron de tal manera, que cuando al cabo de los años me compré la Mega Drive, no paré hasta dar con el título que acabé comprando completo y en buen estado por un precio ridículo.

Space Harrier (Sega Game Gear)

Space Harrier II de Mega Drive podría decirse que está entre mis títulos preferidos de la consola. Tanto es así, que pese a mis intenciones previas de adquirir una Game Gear, que el último empujoncito que me llevó a comprarla, fue enterarme de la existencia de una versión para la portátil de Sega del título original. Un título adictivo y técnicamente espectacular que durante una larga temporada me supuso una ruina en pilas. Como dato anecdotico, cuando decidí vender mi primera y moribunda Game Gear, éste fue el único título que decidí conservar

Castlevania Adventure (Game Boy)

Lo de éste título es curioso y tiene su historia. La primera vez que lo probé, fue en la Game Boy de mi prima. Iba incluido en uno de esos famosos cartuchos multijuego, y prometió regalármelo el día que tuviera una Game Boy. Lamentablemente, cuando ese día llegó, me dijo que había perdido el cartucho, dándome a cambio uno de Batman, que si bien no era lo mismo, disfruté igual o más. Con los años me dí cuenta que Castlevania Adventure era un título bastante flojo, aún así, fue por él que me compré la portátil de Nintendo.

Dragon Ball Z The Legend (Sega Saturn)

De este título poco puedo decir que no sepáis ya. Mi primer juego de consola (propio) y gracias al cual tengo una Saturn. La primera vez que vi Dragon Ball Z The Legend, fue en un expositor yendo con mis padres, que tuvieron que pedir una fregona al dependiente para limpiar el charco de babas que había formado en el suelo. Lo pedí para Reyes junto con la consola y creo que a día de hoy, es uno de los regalos que recuerdo con mayor cariño.

Shenmue (Sega Dreamcast)

Sobran las explicaciones, todo el que haya jugado y disfrutado de Shenmue, sabe que -entre otros muchos- es un título por el que bien merece la pena adquirir la última consola de Sega antes de su retirada del hardware. Un juego difícil de explicar con un apartado técnico insuperable, una jugabilidad única en su especie, y de los últimos que logró hacerme perder la noción del tiempo. 

Tomb Raider II (Play Station 2)

Sí, aunque suene raro, me compré la PS2 por un juego de PSX. Y es que aquí donde me veis, además de ser un gran fan de Tomb Raider, nunca tuve la primera consola de Sony. No recuerdo ningún título de PS2 que me llamase la atención en el momento de su salida cuando la compré, es más, el primer año estuve jugando básicamente a títulos de PSX, así que si tuviera que elegir un culpable, sería este.

Un título del que no hacen faltan presentaciones y, bajo mi punto de vista, el mejor de la saga junto con el primero.

Resident Evil Remake (Nintendo Game Cube)

Vale, lo admito, compré Game Cube por todos sus Resident Evil exclusivos, pero si tuviera que quedarme con uno y elegir el que más me marcó, sería REmake. La consola la compré de segunda mano y cuando lo hice, sudé tinta para encontrar el título. Me aprendí la mansión de memoria, me lo pasé tantas veces que a estas alturas he perdido la cuenta, y desbloqueé todo lo habido y por haber. Una gran remasterización del título original (del que también me sabía la mansión de memoria y me pasé cientos de veces) que dio pie a una saga que actualmente, anda de capa caída, además de ser una clara muestra de lo que es hacer un remake en condiciones ejem, esto va por vosotras, reediciones en HD.

Pero aparte de Resident Evil, hubo otro motivo que me llevó a comprar la consola: Metroid Prime. Un título, que si bien no resultó ser lo que esperaba, no pude terminar nunca debido al dolor de cabeza que me producía el efecto túnel propiciado por el casco de Samus. De todas las maneras, el motivo principal, fue el citado REmake.

Panzer Dragoon Orta (Xbox)

Debo confesar que siempre fui bastante reacio a adquirir la primera consola de Microsoft, por mucho que se la catalogase como la sucesora espiritual de Sega. Pero entonces, llegó Panzer Dragoon Orta y acabé cayendo en la trampa . Un título espectacular técnicamente que a día de hoy mantiene muy bien el tipo y  además, conserva perfectamente la esencia de los originales.

Sonic Advance (Game Boy Advance)

Una vez más, de Sega fue la culpa. Supongo que tiene mucho delito comprarse una consola de Nintendo por un título de Sega, pero bueno, ya sabéis lo rarito que es uno. No terminó siendo lo esperado (especialmente por el nuevo look de Sonic), es más, nunca compré las entregas posteriores, aún así, me gustó mucho y lo disfruté como un enano.

Castlevania Harmony of Dissonance (Game Boy Advance SP)

Es curioso, pero como podréis comprobar, Castlevania es culpable por segunda vez de la compra de una consola, en este caso, de Game Boy Advance SP. Fue este verano cuando compré la consola, y lo hice después de que me entrará la neura de jugar los Castlevania de Game Boy Advance. Lo intenté en la original, pero después de tantos años sin jugar en una pantalla carente de luz, me resultó imposible y terminé comprando la GBA SP más barata que encontré. Consola que por cierto, actualmente utilizo más incluso que  PSP.

Grand Theft Auto: Vice City Stories (PSP)

Nintendo DS nunca me llamó demasiado la atención. Tampoco es que lo hiciese PSP, pero 7 días antes de mi cumpleaños salió el titulo a la calle y no me pude resistir. Me gustó mucho, tanto por historia como por personajes y por supuesto ambientación. Es uno de los pocos GTA's que he completado al 100% y mi preferido junto a Vice City. 

Aunque si bien es cierto, PSP es una de las portátiles que menos he usado de entre todas las que tengo. Sinceramente, si se salvó de la quema en su día, fue por los emuladores. Y es que hasta hace bien poco que volví a cogerla para jugar a Saya no Uta, la tenía criando polvo en la estantería.

Ninja Gaiden II (Xbox 360)

Creo que ya lo he dicho en más de una ocasión, pero si hay un culpable de que servidor diese el salto a la actual generación, no es otro que este. Más allá de Halo o Gears of War que no terminaban de convencerme, el anuncio de que Ninja Gaiden II sería exclusivo de la segunda consola de Microsoft, me llevó a comprarla a la semana de la publicación del juego. En realidad no me arrepiento del todo, disfruté mucho del juego (más incluso que con el original de Xbox) y de bastantes títulos aparecidos en la consola hasta 2010-2011. Ya sabéis, sangre, tetas, y dificultad desesperante; la combinación ideal para tenerme pegado al mando.

Drakengard 3 (PS3) 

Sí, lo sé, no ha salido todavía, pero os aseguro que como el título llegue aquí (o al menos a USA), pienso comprar una PS3 solo para jugarlo. Y hablo totalmente en serio. Ya conocéis mi preocupante historia con Drakengard, así que dudo que os asustéis tras leer que he convertido a Drakengard 3 en mi vendeconsolas particular.

Y hasta aquí, mi particular lista de culpables señores. La muestra evidente, de que una consola se vende por sus juegos y no por sus características o capacidades multimedia. Que al fin y al cabo, aquí hemos venido a jugar.