Soy plenamente consciente de que llevo sin dejarme ver por estos lares desde el pasado enero. Lo sé, son tremendos meses de abandono, pero qué queréis, durante este último año he jugado más a la vida real que a la maquinita, y siendo esto un blog sobre videojuegos, es complicado aportar contenido si apenas has jugado a la maquinita. No obstante, hay un juego al que sí le he dedicado bastantes horas durante este último año (87 para ser exactos). Ese juego es, nada más y nada menos que Cuphead. Pero como toda buena historia, empecemos desde el principio.