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martes, 21 de diciembre de 2021

Reparando una Game Gear (III): desde Bielorrusia con amor

Si alguien me hubiera dicho en 2013, que en pleno 2021 estaría escribiendo una tercera parte de "Reparando una Game Gear: lo que no me explicaron los tutoriales", seguramente le hubiera mandado a la mierda. Y es que si habéis seguido este humilde blog desde sus inicios, conoceréis mi periplo con los putos condensadores de Game Gear y de como me cargué una pista cuando solo me quedaba una patilla por soldar. Después de aquel fracaso, me fui directo a Ebay, y busqué una Game Gear que sustituyera la que me acababa de cargar. Esta vez con los condensadores cambiados... o al menos eso pensaba. Si queréis saber porque estoy aquí dando de nuevo la matraca, acompañadme en esta triste historia y lo descubriréis. 

Por si alguno no lo pilla, lo que se ve en pantalla es la bandera de Bielorrusia

Pero antes de contaros mi desdicha, os dejo a continuación los volúmenes anteriores de la historia para que os pongáis en antecedentes.  
 
Reparando una Game Gear: lo que no me explicaron los tutoriales (II)

Ahora que ya estáis puestos en situación, es momento de explicaros como la maldición de los condesadores se cernía de nuevo sobre mí, ocho años más tarde. Como bien sabréis, después de mi estrepitoso fracaso reparando mi anterior Game Gear, me fui directo a eBay a buscar un consola con los condesadores ya cambiados. Al fin y al cabo, en 2013 (a diferencia de ahora) comprar el material necesario para hacer la reparación de manera adecuada, me costaba practicamente lo mismo que la consola. Así que ni corto ni perezoso, y tras encontrar un vendedor que tenía varias unidades a 50 euros con los condensadores cambiados (o al menos eso aseguraba), le di a comprar y me senté a esperar su llegada.

Al cabo de unos pocos días, el cartero llamó a mi puerta y me entregó el paquete que contenía mi nueva Game Gear. Mas feliz que una perdiz, abrí el paquete, y la conecté a la corriente dispuesto a echarme mis buenas partidas. Lo único que encontré fue muerte en forma de pantalla azul. Mal empezamos. Inmediatamente, me dispuse a grabar un vídeo para enviarle al vendedor, demostrando que el producto que me había enviado presentaba fallos, aceptó mi reclamación, y a los pocos días me envió otra consola. La segunda consola que recibí funcionaba perfectamente, no presentaba fallos en el sonido, la pantalla se veía bien, y no se apagaba, es decir, no presentaba ningún fallo típico de condensadores en mal estado. Estuve dándole caña durante bastantes meses sin que presentase fallo alguno, amplié de manera bastante importante mi colección de juegos de Game Gear, puesto que ya podía disfrutar nuevamente de la famosa portátil de Sega, hasta  que con el paso de los meses, se me pasó la fiebre y la volví a guardar hasta hace unos meses que decidí -por fin- comprarme un juego pilas recargables en condiciones para echarme mis vicios a todo lo que en los últimos años había ido acumulando para Game Gear. 

Aquí mi elección de pilas
Me llevó un par de días realizar un estudio del mercado de pilas recargables para determinar qué baterías se adecuaban a mis necesidades. Cuando por fin di con las elegidas, unas Eneloop Pro de 2500 mah, compré ocho baterías que, pese a ser una buena inversión, me costaron un riñón. Seis de ellas irían destinadas a la Game Gear y las dos restantes las utilizaría en mi Gb Boy Colour. Todo pintaba estupendamente hasta el día que llegaron las pilas. Tras ponerlas en la consola, ésta se encendía pero a los pocos segundos se apagaba. Dada la situación, me entraron los calores y empecé a traspirar - como hago siempre cuando las cosas no salen como yo esperaba -, en el blister de las pilas indicaba claramente que estaban listas para su uso, por lo que di por hecho que no era necesario cargarlas. Con tal de descartarlo, decidí ponerlas en el cargador y salir de dudas. El voltaje no estaba al máximo, pero aún así no estaban secas, por lo que era bastante improbable que la consola se apagase por falta de batería. Ni corto ni perezoso, cogí el transformador de mi querida Mega Drive, lo conecté a la Game Gear, y el comportamiento fue exactamente el mismo, se encendía pero a los pocos segundos se apagaba. Además, durante el poco rato que pude probarla, me dí cuenta que el sonido no funcionaba, cosa que en su día no pasaba. Empezaba a temerme lo peor... así que desconfiando de quien me la vendió en su día cogí mi caja de destronilladores y me dispuse a abrirla para ver si aquella Game Gear que me vendieron ocho años atrás con los condesadores supuestamente cambiados, estaban cambiados de verdad. Tras quitar el último tornillo, y empezar a retirar la carcasa trasera de la consola, sin que ni siquiera estuviera aún abierta del todo, llegó a mis fosas nasales el fétido olor de la muerte que salía directamente de las entrañas de esa máquina que acababa de abrir. Por si no lo sabéis, de un condensador en mal estado suele emanar un olor característico, algunos dicen que huele a pis, a mí personalmente no me huele así, pero si que huele mal. Con la carcasa ya retirada por completo, mis sospechas se confirmaron, y a excepción de DOS condensadores, el resto eran todos los originales de la consola. 

Aquí la prueba del delito, de todos los condesadores, solo había dos cambiados.
Dejé la consola sobre la mesa, y me alejé para tratar de racionalizar la situación y no dejarme llevar por la ira homicida que invadía mi ser en ese momento. Al primero que culpé fue al vendedor por vender una cosa que no era lo que prometía. Los condensadores se habían cambiado sí, pero únicamente los que fallaban (y encima la soldadura era marronera). A continuación culpé a mi yo del año 2013 por su exceso de confianza. Lo lógico hubiera sido abrir la máquina en el mismo instante en que me llegó, pero supongo que por confianza, por no tener que reclamar de nuevo en caso de ver algo sospechoso, y en vista de que la consola funcionaba, decidí dejarle la sorpresa al Suso del futuro. Después culpé a Sega por la putísima mierda de condensadores que le puso a su consola. Con las culpas ya repartidas, volví a la mesa y me quedé mirando la placa, era momento de afrontar la situación. Ocho años dan para mucho, y mi anterior experiencia tratando de reparar una Game Gear me enseñó mucho, fue un fracaso, pero a su vez una oportunidad de aprender valiosas lecciones. Así que sin muchos más miramientos, decidí buscar un pack de condensadores. Antaño me hubiera ido a cualquier tienda de electrónica como hice la última vez, pero ya no tengo ni edad, ni tiempo, ni ganas de batallar con condensadores electrolíticos, así que tras investigar y ver que es posible sustituir los viejos condensadores de Game Gear por condensadores cerámicos, no me lo pensé mucho y compré un kit. ¿Me hubiera salido más barato buscarlos yo mismo? Por descontado, pero por la diferencia de precio, no quise complicarme la vida.  

Las ventajas de los condensadores cerámicos frente a los electrolíticos son varias, pero los dos motivos principales por los que me decanté por esta opción fueron dos. El primero es que, a diferencia de los electrolíticos, es más complicado que se estropeen, y en caso de hacerlos no liberan ácido que pueda estropear las pistas. En segundo factor es que son MUY pequeños, y esto en el caso de una Game Gear es una ventaja enorme, los que hayáis batallado con esta máquina sabréis que sus condensadores son diminutos y que al soldar los nuevos, hay que tener muy en cuenta la manera en que los ubicamos para que cierre la consola a la vez que evitamos que pueda hacer corto con otros componentes. Además de eso, y como extra, no tenemos que estar pendientes de la polaridad, por lo que consideré que eran una opción muy válida y que lamentablemente en su día desconocía. 

Aquí un condesador de muestra
Pasaron los días y llegaron los nuevos condensadores justo a tiempo para poder dedicarme a cambiarlos durante las vacaciones de Semana Santa. Todo estaba listo para devolverle la vida a mi Game Gear, o eso pensaba yo. Dispuse sobre la mesa todo lo que iba a necesitar y me puse manos a la obra. Lo primero que hice fue retirar los condesadores viejos. Aquí hay varios métodos, la gente suele moverlos con unas pinzas hasta que se parte la pata, hay quien calienta la soldadura hasta que sale, yo por mi parte decidí "podarlos" usando unos alicates. Es un método similar al primero, pero sin el riesgo de arrancar el pad al que va soldado en el proceso. Con todos los condensadores retirados, lo siguiente era limpiar los pads y dejarlos preparados para colocar los nuevos condensadores. Si vamos a soldar condensadores SMD es importante que la superficie esté lo más limpia posible. Aquí es donde comenzó mi calvario. Lo primero que hice fue intentar retirar la porquería utilizando alcohol isopropilico, si bien la placa quedó bastante bien, el estaño viejo estaba en muy mal estado, había adquirido un color marrón - imagino que debido al ácido que habían soltado la mayoría de condensadores - y costaba muchísimo retirarlo. El estaño nuevo que añadía para intentar retirar el viejo no agarraba y al final me tocó, con sumo cuidado rascar la superficie. A base de rascar y añadir nuevo estaño, pude dejar limpios varios pads, pero debido a la corrosión hubo muchos que se levantaron y algunos directamente se despegaron. Aquí me vine abajo y básicamente lo mandé todo a la mierda. Es cierto que hay puntos de soldadura alternativos, pero no tenía ganas de tirarme las horas muertas de los pocos días de vacaciones que tenía enfrascado en la reparación de la consola.

Aquí los condesadores soltando su ácido malévolo

El problema es que yo seguía con ganas de jugar a mis viejos juegos de Game Gear, así que para quitarme el mal sabor de boca, decidí darme una vuelta por eBay a ver si encontraba algo que, esta vez sí, tuviera todos los condensadores cambiados. En los últimos años las Game Gear en eBay han pegado una subida de precio que empieza a ser preocupante. La última que compré, la conseguí a un precio relativamente bueno para tener los condensadores (supuestamente) cambiados. A día de hoy, los precios con respecto a hace 8 años se han incrementado una barbaridad para consolas reparadas, y si las venden para piezas las encuentras al precio de una reparada hace ocho años. Todo ello sin contar gastos de envío. Luego también podemos encontrar Game Gears con el mod de McWill, pero más allá de que son carísimas, no quería una Game Gear con pantalla modificada por muy bien que sea vea. Eso está muy bien para tener dos, pero a mí lo que me gusta es revivir la experiencia original. Así que, seguí rebuscando hasta que di con el anuncio de una Game Gear con los condesadores cambiados por un precio bastante interesante proveniente de Bielorrusia. Pero más allá del precio, lo que realmente me convenció del vendedor fueron motivos que paso a detallar a continuación. El primero fue que el vendedor tenía colgadas fotos de la consola abierta en la que se podían ver todos los condesandores cambiados, esto no todos los vendedores lo hacen. El segundo era que en vez de haberla reparado utilizando los clásicos condesadores electrolíticos, había utilizado condensadores de tantalio, esto último puede parecer una tontería, pero es algo que denota que la persona que ha realizado la reparación tiene una cierta noción de lo que hace, especialmente teniendo en cuenta que si inviertes la polaridad de un condensador de tantalio, el resultado puede ser bastante catastrófico. Además de eso, por lo que se podía apreciar en la foto, la soldadura era brillante, muestra de que estaba bien realizada. Así que ni corto ni perezoso, y en un arrebato de consumismo puro y duro, me tiré a la piscina.

La consola tardó cerca de un mes y medio en llegar, y no podía estar más contento con la compra. El funcionamiento era correcto y el estado general de la máquina, sin ser perfecto, era mejor que el de cualquier Game Gear que haya tenido con anterioridad (tampoco era algo difícil). Pero si os pensabáis que esta historia terminaba aquí, me temo que os equivocabais... 

Durante tres semanas largas aproximadamente estuve como un niño con Game Gear nueva, disfrutando de mis juegos y reviviendo el pasado gracias a la reciente adquisición. Lamentablemente, la consola tenía un problema que se fue agravando con el paso de los días: le costaba varios intentos encender y en ocasiones se apagaba. Bastante mosqueado por el asunto, decidí abrirla y poner la placa de alimentación de la Game Gear que no logré arreglar. Tras realizar el cambio y comprobar que el problema no era de la placa, empecé a preocuparme de verdad.

Nuestro amigo el bielorruso no aceptaba devoluciones, era algo que ya sabía pero yo decidí arriesgar. Porque quien no arriesga no gana. Lamentablemente, unas veces se gana y otras se pierde, pero yo no quería darlo todo por perdido. Me quedaban tres días de la protección al comprador que ofrece eBay, por lo que decidí jugar mi última carta y ponerme en contacto con el vendedor preguntándole de manera "inocente" qué podía estar pasando. Si se ponía a malas, podía tirar de la protección al comprador. Para mi sorpresa, el vendedor se mostró muy amable y comprensivo, y se ofreció a que se la mandase de vuelta para comprobar qué podía estar pasando. En ese momento me sentí aliviado, acepté su oferta y le pedí los datos. 

Entre que me mandaba los datos y no, caí en la cuenta de una cosa. Durante una de mis conversaciones con él, y tras abrir la consola que me vendió, él mismo me confirmó que había puntos de soldadura que habían quedado inservibles y que había tenido que buscar puntos alternativos. "Este tío sabe lo que hace" pensé. Mi cabeza empezó a dar vueltas, ¿puntos de soldadura alternativos? "Me voy a marcar un dos por uno" me dije. 

Ni corto ni perezoso, abrí eBay, me metí en los mensajes y le dije "mira jambo, tengo otra Game Gear rota, he querido cambiarle los condensadores pero muchos pads están levantados y no sé buscar puntos alternativos. ¿Si te la mando me la reparas? Lo de jambo no se lo dije, el resto sí. Para mi sorpresa aceptó, el tipo me dijo que por 10 euritos, siempre y cuando la pantalla funcionase, había trato. Dicho y hecho, preparé el paquete y las dos consolas se fueron para Minsk. Tardaron cerca de tres semanas en salir de España y dos semanas en llegar a Bielorrusia (bravo por Correos y su eficacia...). Un total de cinco semanas. Al cabo de unos días me escribió el amigo diciéndome que ya las tenía y que las tenía prácticamente reparadas. Por lo visto a mi vieja Game Gear (la que me vendió él no, la otra) le fallaba también la placa de sonido, me preguntó que si me la cambiaba por cinco euros y acepté. Al cabo de unos pocos días, me mandó un par de vídeos que subió a una suerte de Youtube bielorruso para confirmarme que ambas funcionaban bien. Le pagué por los servicios ofrecidos y las consolas emprendieron su vuelta a España. 

Tardaron cerca de un mes y medio en llegar, dos semanas desde Bielorrusia a España, y otras tres semanas paradas en Correos para no perder la costumbre. Por suerte, no hubo aduanas ni mierdas del estilo. Las consolas llegaron a finales de verano, reparadas, funcionando y con un rublo Bielorruso del año 92 de regalo; porque en todo este proceso, hablé tanto con el ruso, que debió cogerme hasta cariño y quiso tener un detalle conmigo. 

Aquí la muestra de que esta historia es verídica
Ahora sí, ahora estaba como un niño con Game Gears nuevas, y con todo y con eso, la broma me salió más barata que comprándola aquí. Eso sí, los casi cuatro meses de calvario y de enviar consolas para arriba y para abajo no me los quitó nadie.

No obstante, amiguitos, los disgustos no terminaban aquí. Al cabo de unas semanas, en pleno frensí videojuguil y con mi novia hasta las narices de escuchar la melodía del Land of Illusion, me vi obligado a conectar unos auriculares. En ese momento debí liarla, porque a raíz de conectarlos, la consola dejó de sonar. Mi gozo en un pozo una vez más. Obviamente, no iba a marear más al ruso, ya bastante brasa le había dado y además era muy posible que la culpa fuera mía cargándome algo al poner los auriculares. Tampoco tenía ganas de tirarme otros tres meses sin consola. Confiando plenamente en que fuera la placa de sonido, encargué una en Retrokai, que por si no lo sabéis, venden placas de sonido nuevas. No son oficiales, pero son relativamente baratas, y lo más importante, son NUEVAS. Tardó un par de semanas en llegar, hice el cambio de placa, y mi consola volvió a sonar (mejor incluso que antes).

Ahora, por fin, tengo las dos máquinas operativas. ¿Por cuanto tiempo? quién sabe. Llevo desde el verano dándoles caña y por el momento funcionan, espero que por muchos años. Ha sido un calvario, sí. Una tocada de huevos y un prueba de la vida para ver hasta donde llegaba mi paciencia. ¿Ha valido la pena? Absolutamente, con otra consola seguramente ya hubiera tirado la toalla, pero con esta portátil... es como una relación tóxica, sé que no me conviene, pero me gusta demasiado. 

Ya para terminar con mis andanzas (espero no tener que hacer más volúmenes de "Reparando una Game Gear"), me gustaría comentar como curiosidad, que el vendedor que me vendió la Game Gear y posteriormente me las reparó, apareció recientemente en el vídeo de cierto Youtuber ampliamente conocido en el mundo del retro (el que quiera verlo creo que no necesita ser muy avispado para saber de quién hablo). No entraré a valorar lo que dice en el vídeo, porque mi experiencia con el vendedor fue más que positiva, pero me hizo gracia descubrír que hablaban de él. A veces el mundo es un pañuelo. 

En fin, no me enrollo más, espero que hayáis disfrutado de mis inverosímiles desdichas. Como dije antes, espero no tener que hacer un cuarto volumen del tema y que mis dos consolas sigan funcionando y dándome alegrías durante muchos años. 




4 comentarios:

  1. Has sufrido lo tuyo, sin duda. Pero ahora seguro que le tienes más apego a las consolas, y sé bien de lo que hablo. El jueves lo descubriréis...

    Yo la que tengo va bien, aunque hace mucho que no la pongo. Lo único que le he notado es una excesiva luminosidad en la pantalla, si bien no sé si es realmente cosa de la máquina o es que la carcasa está un poco tocada y por eso se me ve así. Por lo demás todo parece funcionar bien aunque, como te digo, hace mucho que no la enciendo y a lo mismo me llevo una sorpresa.

    Volviendo a tu historia, lo bueno es que tuvo final feliz. Al final hay que quedarse con eso. Ahora a disfrutarlas todo lo posible. Enhorabuena como siempre por el post, Suso. Saludos.

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    1. Lo peor de la agonía es que ha sido más larga que un día sin pan XD piensa que todo esto empezó a finales de marzo y lo di por concluído a principios de septiembre. Y digo que lo di por concluído porque con una Game Gear uno nunca sabe, piensa que antes de estas dos vinieron tres más XD Pero vaya, que si estas fallan algún día, volvería a pasar por el calvario, es una consola que me encanta (creo que el post da fe de ello)

      No sé si a la tuya le cambiaste los condensadores, pero lo que comentas (suponiendo que con luminosidad te refieres a que se ve muy blanca) es síntoma de que los que se encargan del contraste empiezan a estar tocados. Si te interesa conservarla yo miraría de cambiarlos, todas las Game Gear mueren por condensadores, toda. Y el problema no es ese, porque los cambias y ya está, el problema es que si te despistas empiezan a soltar el ácido y se comen las pistas de la placa que es lo que le pasó a una de las mías. Por eso te digo, si tu idea es conservarla, échale un vistazo y si necesitas a alguien que te la repare tengo el contacto de una persona (española eso sí XD) que te hace el cambio).

      Por suerte tuvo final feliz y la verdad que estoy disfrutando mucho una vez más de la consola, espero que dure así mucho tiempo.

      Me alegro que te haya gustado, Emilio, ya tengo ganas de leer tu post del jueves para descubrir con qué nos sorprendes.

      Un saludo y como siempre, muchas gracias por pasarte :D

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  2. Al menos, me alegra saber que la historia tiene un final feliz.
    Mi GG de momento funciona, aunque a duras penas la toco, temeroso de que algún día me dé un disgusto y pase a mejor vida, y ninguna en absoluto.
    Le tengo especial cariño a esta portátil, y espero que dure muchos años, por la cuenta que me trae...
    Aunque, como te decía, no las tengo todas conmigo.
    Pero lo importante es que a ti ya te funciona correctamente, y puedes disfrutar, una vez más, de su exquisito catálogo.
    Dale caña, que la consola se merece mucho amor. ;)
    Un abrazo, ¡y feliz Navidad!.

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    1. Ha sido una odisea, lo reconozco. Pero como dices, al menos ha tenido un final feliz jajaja

      En mi caso si que juego mucho con ella, a día de hoy es una portátil que me gusta incluso más que en su momento. Creo que Sega lo hizo muy bien con ella y tiene juegos que para partidas rápidas son ideales.

      Entiendo tus temores pues son los mismos que tengo yo cada vez que la enciendo XD pero bueno, si tienes los condensadores cambiados... no debería dar problemas porque... ¿los tienes cambiados no? XD si no es así, te recomiendo que los sustituyas antes de que el ácido se coma alguna pista y el daño sea irreparable.

      En fin, que es una gran consola, con un catálogo excepcional y que espero poder seguir disfrutando durante muchos años.

      Muchas gracias por pasarte por aquí, un abrazo, y ¡Feliz Navidad! :D

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