Resident Evil 3: Nemesis (PSX/Dreamcast/PC/Game Cube)

No se puede decir que haya jugado mucho durante mis (escasas) vacaciones. Es algo que me pasa habitualmente durante las vacaciones de verano, me sacas de la rutina, me lío a hacer cosas aprovechando el buen tiempo y se me olvida coger el mando. No obstante, algo he jugado, y si algo hice durante mis días de descanso "playil", fue aprovecharme de la portabilidad de mi Anbernic RG350P para pegarle un repaso a Resident Evil 3: Nemesis. En realidad mi idea era rejugarlo en la versión de PC que adquirí recientemente, pero como no sabía a qué jugar durante la hora de la siesta y era un juego que me apetecía una barbaridad volver a experimentar, me dejé llevar por mis deseos más oscuros y aproveché mis ratos libres para perderme nuevamente por las calles de Raccon City.

A Resident Evil 3: Nemesis (Biohazard 3 The Last Escape en Japón), no le hacen falta demasiadas presentaciones. Tercera entrega de la saga Resident Evil con la maravillosa Jill Valentine como protagonista, Resident Evil 3: Nemesis llegaba al mercado Europeo en febrero del año 2000 en su versión para PSX. Posteriormente, el juego llegaría a PC, Dreamcast y, unos años más tarde, a Game Cube. En abril de 2020, Capcom lanzaría el Remake para PS4, Xbox One y PC, que si bien poco o nada tiene que ver con el original, aquí un servidor lo disfrutó muchísimo.

Como ya he comentado, tenemos un juego protagonizado por Jill Valentine (aunque no es el único personaje jugable) que, tras sobrevivir a los incidentes de la mansión Spencer, abandona S.T.A.R.S dispuesta a irse de Racoon City (explicado de forma rápida y chapucera porque como comprenderéis la historia no es tan simple). Obviamente nada iba a ser tan fácil como coger los bártulos y marcharse. Por si fueran pocas las complicaciones que ya de por si tenía Jill, en esta entrega se le suma uno de los antagonistas más icónicos de la saga: Nemesis (o Nemesio para los amigos). Un personaje que creó escuela con su manía persecutoria y que años después de su salida, seguimos utilizando para refererinos a aquellos enemigos que nos persiguen de manera incansable como vimos en algunos momentos de entregas posteriores con personajes como por ejemplo Jack Baker en Resident Evil 7 o Lady Dimitrescu en Resident Evil Village (aunque ninguno de ellos pueda competir contra el Nemesis original). Incluso fuera de la saga, hemos utilizado la muletilla "te persigue al más puro estilo Nemesis" para referirnos a enemigos con conductas y comportamientos similares. 

Daré cuatro pinceladas sobre el apartado técnico del juego porque ya sabéis que es algo que me aburre soberanamente y tampoco quiero que esto sea una reseña al uso sino más bien un pequeño homenaje a uno de mis Resident Evil preferidos. Pese a sus años, Resident Evil 3: Nemesis sigue luciendo increíblemente bien gracias a los preciosos escenarios prerenderizados de los que presume. Además en esta ocasión, y como novedad, se añadieron a los escenarios elementos interactivos, como por ejemplo los barriles explosivos con los que podíamos masacrar fácilmente a las hordas de zombis que se interpusieran en nuestro camino. Más allá de eso, goza de personajes bien modelados, así como de animaciones y efectos más que correctos, que junto a su espectacular banda sonora y el inolvidable "STARRRRRS" de Nemesis, dan como resultado un título muy redondo técnicamente. 

 

En cuanto a mecánicas, estamos ante un Resident Evil de corte clásico (¿hace falta decirlo?). Ya sabéis, cámaras fijas, controles tipo tanque, exploración, llaves con las que ir abriendo camino, varios puzzles a resolver, muchos rincones en los que buscar suministros, y para la ocasión, más acción que en la segunda entrega. Esto último fue algo que causó cierto descontento en su día a ciertos usuarios, pero que a mí no solo no me molesta sino que me gusta. Además considero que ese extra de acción del que hace gala es coherente y está justificado, me explico. Resident Evil  y Resident Evil 2, eran juegos que jugaban mucho con lo angosto de sus escenarios para crear tensión, desarrollándose la mayor parte de la exploración en escenarios interiores. A diferencia de ellos, Resident Evil 3 Nemesis, tiene muchos momentos que se desarrollan en exteriores. Si tenemos en cuenta que estamos tratando de escapar de una ciudad infestada de zombis, creo que en parte es lógico que el número de enemigos se vea incrementando. De cualquier modo, el hecho de que gran parte del juego se desarrolle en exteriores, no quiere decir que deje de lado los interiores como por ejemplo la mítica torre del reloj, o la fábrica muerta, por citar algunos ejemplos. 

Más allá de todo lo mencionado, y pese a lo continuista de sus mecánicas, pudimos ver la incoporación de nuevos movimientos enfocados a facilitar el desarrollo de la aventura como el giro rápido o el movimiento de esquiva que tan útil resultaba durante los enfrentamientos contra Nemesis. Por último, otra de las novedades más interesantes que se incluyeron para esta tercer entrega, fue la posibilidad de tomar decisiones en vivo, que cambiarían el trascurso de la historia según la opción escogida. Seguro que todos recordáis el primer encuentro con Nemesis en la entrada de la comisaría, donde nos daban la opción de escapar o de enfrentarnos a él. Lamentablemente, este sistema de decisiones se eliminó -entre muchísimas otras cosas- en Resident Evil 3 Remake llevándose por delante todas las posibilidades que ofrecía. 

Pero sin duda, la gran novedad de esta entrega es la omnipresencia del todopoderoso Nemesis del que he ido hablando de manera inevitable a lo largo de la entrada. Si bien ya tuvimos un aperitivo con Mr. X en Resident Evil 2, no era más que eso, un aperitivo. Nemesis es el gran enemigo incansable, irá siguiendo nuestros pasos con tal de llevar a buen puerto su misión de acabar con los miembros de S.T.A.R.S que sobrevivieron a la mansión. Y si algo hay que reconocerle, es que pese a los años, sigue en plena forma. Da igual cuando lo juegues, incluso a día de hoy, Nemesis sigue poniendo de los nervios. No fueron pocas las ocasiones en las que me pasé de bravo queriendo enfrentarme a él y fallé en el intento. Recordaba muy tensas cada una de sus apariciones, pero no lo recordaba ni tan agresivo, ni tan rápido, ni tan perseverante. Sea como sea, su presencia hace que este Resident Evil 3, siga siendo único, porque más allá de que la fórmula se haya intentado repetir en entregas posteriores, ninguna ha logrado mejorarla. 

 

Lo cierto es que mis vacaciones por las calles de Raccoon City de la mano de Jill, me han dejado nuevamente un gran sabor de boca (no en vano es una de mis entregas preferidas ¿lo había dicho ya?), pero a la vez me he quedado con una ligera sensación de tristeza al mirar nuevamente al remake. Como ya dije al principio de la entrada, disfruté muchísimo de Resident Evil 3 Remake. Me pareció un juego estupendo, muy divertido, y pese a ser defensor suyo como ya mostré en la entrada que le dediqué, rememorar el original me ha hecho pensar en cómo de increíble podría haber sido un remake en condiciones de esta tercera entrega. Cómo hubiera sido la lucha contra el Gravedigger, cómo se hubieran visto la fábrica o la torre del reloj... Recortes que realmente me hacen replantearme si realmente es buena idea que hagan un remake de Code Veronica... e insisto, me gustó mucho Resident Evil 3 Remake, pero ojalá hubiera sido fiel al original. 

Por otro lado, jugarlo después de tantos años y con la perspectiva del tiempo, no ha hecho más que reafirmar mi postura en torno a la calidad del título independientemente de Resident Evil 2. No eran pocos los usuarios que lo trataron siempre como un spin-off, utilizando mayormente su duración como argumento, llegando a decir incluso que no debería haber sido una entrega numerada sino una expansión del segundo juego. Como digo, después de rejugarlo, me gustaría insistir en lo errado -bajo mi punto de vista- de ese pensamiento. Para empezar, defender la postura anterior en base a su duración, me parece bastante inadecuado, no sólo con este sino con cualquier juego. Más allá de eso, esta última partida que he jugado me ha llevado cerca de siete horas conociendo el juego. Es cierto que había muchísimas cosas que no recordaba y que me lo he querido tomar con calma para disfrutarlo, pero aún así, para alguien que no lo haya jugado nunca, creo que es una duración más que aceptable, sobretodo si tenemos en cuenta que según las decisiones que tomemos hay cambios en la trama lo que aumenta en gran manera su rejugabilidad. Y por si todo esto fuera poco, tenemos el aclamado modo Mercenarios que se estrenaba en la saga y que podíamos desbloquear una vez terminábamos el juego por primera vez ¿qué más podemos pedir? 

Por último y antes de terminar la entrada, como no podía ser de otra manera, os dejo una serie de anécdotas personales y curiosidades. La primera vez que jugué a Resident Evil 3: Nemesis, fue en un hipermercado, más concretamente en un Alcampo que durante muchos años nutrió mi colección con juegos a precio derribo (pero eso es otra historia que ya explicaré en otro momento si realmente os interesa). Hay que reconocer que en aquella época, y a diferencia de ahora, la sección de videojuegos de los hipermercados daba gusto de ver. Normalmente en la misma sección tenían aquellos muebles maravillosos con la consola expuesta y algún juego o directamente un CD de demos para poder probar. Aquel caluroso día de finales de agosto principios de septiembre el juego que había era Resident Evil 3 Nemesis. Aprovechando que la máquina estaba libre, me puse a jugar y no tardaron en llegar otros chavales que llevados por la curiosidad se acercaban al mueble a ver como jugaba. Aquello terminó con otros dos chavales y yo pasándonos el mando y tratando de descifrar entre los tres cómo seguir avanzando. No recuerdo hasta dónde llegamos, pero juraría que nos dio para ver la secuencia de la comisaria, porque cuando apareció Nemesis por primera vez, nadie quería coger el mando. Tardaría por lo menos tres o cuatro años más en hacerme con una copia del juego, pero aquel momento quedó grabado en mi memoria. 

Y precisamente sobre la adquisición del juego trata la segunda anécdota. Como bien sabréis, yo no tuve PlayStation por lo que tuve que esperar a tener Play Station 2 para disfrutar de muchos de los juegos que  me interesaban de la consola de Sony. La cuestión es que por un motivo u otro, Resident Evil 3 fue quedando relegado a un segundo plano debido a otros juegos que tenía en la lista, hasta que al final me pasé de frenada y quedó descatalogado. Cuando ya había perdido toda esperanza de hacerme con una copia a buen precio, un día dando una vuelta por un Blockbuster, di con una copia al irrisorio precio de seis euros que, obviamente, se vino conmigo a casa.

En cuanto a las curiosidades hay dos. La primera es que junto a la versión de PSX tengo también la versión de PC que, como dije al principio de la entrada, pude adquirir de manera reciente a buen precio (caja DVD eso sí, nada de caja grande de cartón) y llevo prácticamente desde que compré la versión de PSX, buscando a un precio más o menos decente la versión de Dreamcast (si alguno la tiene y se quiere deshacer, ya sabe, que me lo diga en los comentarios). Qué queréis que le haga, soy así, cuando me gusta un juego me gusta tener las distinta versiones que han ido saliendo.

La segunda curiosidad es que Resident Evil 3 es uno de los títulos de la saga que encabeza mi top 5 de Resident Evil, claro que no podíais esperar menos de mí teniendo en cuenta que la protagonista es Jill.

Poco más puedo decir, si lleváis tiempo sin jugarlo, no sabéis a qué jugar y tenéis ganas de pegarle un repaso, os recomiendo encarecidamente que lo hagáis, sigue siendo tan increíblemente adictivo como hace 20 años.