Baten Kaitos. Juega bien tus cartas

Muchos han sido los juegos que por mis manos han pasado durante la reciente crisis "videojueguil" por la que he pasado y que aún dura. Simplemente por el título de la entrada, ya habréis deducido que uno de ellos, ha sido ni más ni menos que el famoso JRPG de Namco, Baten Kaitos.

Antes de entrar propiamente en materia, debo aclarar que pese a lo poco que llegué a profundizar en el título, a partir del primer combate me dí cuenta de que una reflexión de las que acostumbro a publicar por aquí empezaba a dibujarse en mi pensante y retorcida cabeza.

Para aquellos que no tengan el placer de conocerlo, Baten Kaitos es un juego de rol japonés clásico en todos los aspectos (al menos todos los que pude ver) a excepción de uno en concreto; el sistema de combate. A diferencia del típico sistema por turnos empleado en otros juegos del mismo género en el que elegimos la acción a realizar por nuestros personaje, Baten Kaitos hace uso de un sistema de cartas que puede parecer algo confuso hasta que se domina, pero que logra darle un toque especial resultando en unos combates muy amenos y fluidos.

Para que quede más claro y antes de entrar puramente en materia reflexiva, explicaré lo más brevemente posible en que consiste lo de las cartas. Cada uno de los personajes que controlemos, cuenta con un mazo de X número de cartas. Dicho mazo, viene a sustituir a los típicos objetos y armas equipables. En otras palabras, no recogeremos armas, armaduras u objetos, recogeremos las cartas con la esencia de esos objetos o magias y con él, entraremos en batalla.

A medida que la aventura progrese, iremos adquiriendo nuevas cartas que podremos añadir a nuestra baraja, configurándola y personalizándola a nuestro antojo, obteniendo la combinación que mejor se adapte a nuestras necesidades.

Una vez en batalla y con el mazo previamente barajado, irán apareciendo las cartas de manera aleatoria según nos toque atacar o defender. La gracia de este sistema, es ese pequeño punto dejado al azar, mediante el cual no sabremos cartas serán las próximas en salir, y que nos obligará a adaptarnos a la situación y escoger de esa manera la estrategia más adecuada o favorable. Improvisar, adaptarse y vencer.

No he creído jamás en las casualidades, es más, siempre he sido un firme defensor de que las cosas pasan por que tienen que pasar, y pese a la aleatoriedad del sistema de cartas propuesto en Baten Kaitos, pienso que las cartas que te salen, son las que tienen que salir. Puede que tengas una mala mano, o una mano excelente. Pero igual que puedes desperdiciar unas buenas cartas, puedes sacarle el partido a una mala combinación de las mismas. No importa lo bien preparado que esté tu mazo, ni como esté barajado, lo importante es saber sacarle el provecho a lo que te ha tocado lo mejor que sepas, intentado beneficiarte de la oportunidad por muy adversa que parezca. Eso, es realmente lo que cuenta, saber jugar las cartas, y buscar el lado bueno a lo malo sin plantarse.

Plantarse es rendirse, rendirse es no jugar, no jugar es quedarse con la incertidumbre de qué hubiera pasado en el hipotético caso de haber continuado. Siempre hay un as en la manga y buen un motivo para no plantarse. Y en caso de perder, no importa, porque una vez termina la partida, el mazo se baraja brindándote una nueva oportunidad de jugar mejor tus cartas.