Sega, realmente, no sé si quiero que vuelvas

Tras la aparición esta pasada semana de la imagen publicada por Sega que encabeza esta entrada, junto al mensaje "un nuevo mundo de entretenimiento", muchos son los que han empezado ya a elucubrar esperanzados, el (para mi gusto improbable) regreso de Sega al hardware doméstico con una nueva consola. Pero, más allá de centrarme en la noticia en sí y cavilar sobre ésta supuesta gran sorpresa que la compañía del erizo azul desvelará en el próximo E3, me gustaría aprovechar la tarde domingo (como viene siendo habitual), para invitaros a reflexionar sobre un tema que lleva ya un tiempo rondándome la cabeza, y que ha cobrado fuerza tras la aparición del citado anuncio.

Y es que como bien podéis leer en el título: no sé si me gustaría ver a Sega haciendo consolas de nuevo. Especialmente si eso supusiera (cosa bastante probable) seguir el modelo y la tendencia actual.

Los que me leéis por aquí de manera habitual, ya conocéis mi faceta de Seguero empedernido y recalcitrante, me gusta Sega, me ha gustado desde que era un chaval, y fui de esos que se entristecieron el día que anunció  su retirada del hardware doméstico. No sólo eso, debo admitir que, durante muchos años, he deseado con todas mis fuerzas el volver a ver una consola de Sega. Deseo que ha ido perdiendo fuerza poco a poco hasta llevarme a la situación actual en la que realmente me planteo si me alegraría de un regreso.

Tengo un amigo que es como yo pero versión Nintendo. Generalmente, siempre que quedamos acabamos sacando el tema. Entre cosas (todas desde el más profundo cariño) como "Nintendero de mierda vete a rescatar princesas" o "Seguero de mierda tu erizo sale con Mario en el último juego de Wii", aparecen siempre dos frases lapidarias que sentencian la conversación. La primera sería algo como "Sega sería muy buena, pero acabó muerta"; y la segunda sería algo del estilo "Para que acabar igual que Nintendo, casi que la prefiero muerta". Fin de la conversación bueno no, en verdad hay un "eres un hijo de puta" después de la última frase. 

Este último extracto de una conversación entre fanboys de la vieja escuela (no como los  de ahora que discuten por chorradas), viene a cuento únicamente para tratar de ejemplificar lo que intento exponer; y es que prefiero que Sega descanse en paz durante muchos años, antes que despertarla de su letargo en un mal día y que se nos levante con el pie izquierdo.

Esto por otro lado, hace que me plantee de manera inevitable, si me gusta Sega, o si lo que realmente me gusta es el recuerdo que dejó. Y es que a mi ahora me dices Sega, y automáticamente se me va la cabeza al pasado. No pienso en la actual Sega, pienso en la Sega de antes, aquella que innovaba, la que parcheaba consolas hasta dejarlas como un transformer y aquella Sega que tantos guantazos se pegó por ser una adelantada a su tiempo.

Tal y como están las cosas ¿en qué podría innovar Sega? tenemos multijugadores en línea, y para transformers ya tendremos al próximo Kinect espía. ¿Va a innovar en juegos para un público que poco o nada tiene que ver con el de hace unos años? No lo creo, y en caso de hacerlo, acabaría como siempre, tocada y hundida.

Entonces, ¿qué toca?¿seguir la tendencia actual? sería lo más probable; al fin y al cabo, no deja de ser una empresa y como tal su objetivo es el de hacer dinero. No volverían las disputas entre Nintenderos y Segueros, como tampoco aquella agresiva y delirante publicidad. Hay que asumir, al menos en mi caso y tal y como lo veo yo, que los que hemos esperado su regreso ha sido, en gran parte, con la ilusión de volver a aquellos años que recordamos con tanto cariño por culpa de la nostalgia exacerbada que destilamos.

No sé vosotros, pero yo prefiero recordarla por lo que fue, antes de ver como se echa definitivamente a perder. Aunque si he de ser sincero, escribo éstas líneas mientras pienso que ojalá algún día, tenga que tragarme mis palabras.

Feliz tarde de domingo señores.